La del Deportivo es la historia de un club que sobrevive a los avatares del tiempo y que recoge los resultados de los proyectos enfocados a largo plazo. Un trabajo que coronó con títulos a comienzos de la pasada década Jabo Irureta y que ahora guía Miguel Ángel Lotina, que cogió un equipo cercano al descenso para clasificarlo para la UEFA meses después.

Eso ocurrió hace dos cursos y a punto estuvo de producirse el anterior. La fórmula, desde entonces, no cambia un ápice: el bloque por encima de las individualidades, solidaridad y disciplina. Intensidad defensiva para rentabilizar los goles. Premisas más complicadas de llevar a cabo por las múltiples bajas que azotan al conjunto gallego, sin margen de maniobra en el reciente mercado invernal por las denuncias que acumula ante la LFP Augusto Lendoiro, presidente de la entidad coruñesa. Pese a ello, el éxito: el Deportivo está sexto, a sólo dos puntos de la frontera que marca la zona Champions.

sin balón

Está cómodo el Dépor cuando es el rival el que mantiene la iniciativa, sobre todo a domicilio. Una vez recuperado el esférico, es un bloque trabajado que sabe desplegarse desde el doble pivote que forman dos bregadores como Juca y Antonio Tomás. Adrián y Bodipo no son goleadores, pero sí capaces de desmarcarse y ganar rápidamente la espalda de la zaga adversaria.

con balón

Sin Guardado y con un Valerón más discontinuo en sus apariciones, al Deportivo le cuesta elaborar el juego. Pablo Álvarez, desde la derecha, aporta la luz cuando poseen el balón. En esta empresa le acompañan los ex malaguistas Juan Rodríguez y Adrián, más llegadores que creadores.

lo mejor

Su rentabilidad. Los pupilos de Lotina son expertos en sacar jugo a sus goles, como demuestran los 34 puntos conseguidos con 24 goles, una media de un poco más de un tanto por jornada. Un rendimiento excelente por parte de una escuadra que nunca ha caído cuando se ha puesto por delante.

lo peor

Las bajas, en muchos casos de hombres importantes. Guardado, Sergio, Lassad, Mista, Angulo y Luis Filipe continúan en la enfermería, por lo que Lotina va con lo justo. El mejor ejemplo está en el hecho de que el lateral izquierdo tiene que actuar un jugador diestro como es Manuel Pablo.