El infortunio se cebó con el Mijas, que terminó hincando la rodilla contra el Solúcar (20-24), un rival directo en la lucha por la salvación. Las pupilas de Manuel Quirós mantuvieron las opciones de victoria hasta los instantes finales, aunque la escasez de efectivos terminó por condenar al cuadro costasoleño, que disputó todo el encuentro con un solo cambio. Además, las jugadoras del Mijas se quejaron de la actuación arbitral, incapaz de frenar los ataques verbales y la rudeza del Solúcar.

En el otro encuentro de Primera Estatal Femenina con presencia malagueña, el Málaga Costa del Sol derrotó a domicilio al Maracena (26-28) gracias a un primera mitad brillante, en la que la guardameta Virginia y la velocidad de las salidas al contragolpe permitieron que las de Diego Carrasco se marcharan al descanso con una ventaja de once goles. En la segunda mitad, más floja, el Costa del Sol se limitó a vivir de la renta.