Con el objetivo de alcanzar otra final de la NBA desvaneciéndose y con la posibilidad de que LeBron James deje el equipo al término de la temporada, Cleveland Cavaliers parece casi obligado a moverse en las últimas horas del mercado de traspasos.

Tras perder con Golden State Warriors en Navidad, los Cavs acumulan 12 derrotas por únicamente seis victorias para un balance total en la temporada de 30-21. Ocupan el puesto vigésimo octavo en el ratio defensivo y reciben de media más puntos de los que anotan. Y están más cerca de quedarse fuera del play off que del primer puesto de la Conferencia Este.

Si los números suenan mal, lo que se ve es todavía peor. En la derrota del sábado por 120-88 ante Houston Rockets los Cavaliers fueron abucheados por su propio público. Era su octavo partido de la temporada en retransmisión nacional y su octava derrota.

"Deberían de quitarnos de esa retransmisión para el resto de la temporada", señaló LeBron James, la estrella del equipo, quien en las últimas semanas fue criticado: "No estamos jugando bien y cada vez que jugamos un partido de retransmisión nacional nos patean el culo".

Los Cavs llegaron a las tres últimas finales y siempre se reforzaron en el mercado de mitad de temporada. En 2015, consiguieron traer a J.R. Smith e Iman Shumpert. En 2016, se hicieron con los derechos de Channing Frye, despidieron al técnico David Blatt y ficharon a Tyronn Lue, con el que ganaron el anillo de campeón. El año pasado, se unió Kyle Korver. Esta temporada el mercado cierra mañana.

"Creo que la mentalidad tiene que cambiar", dijo Lue. "Tenemos que hacer las cosas de una manera más intensa, y eso puede que sea culpa mía". Lue, de todas maneras, no será despedido. Pero los Cavs necesitan un fichaje que impacte y que ayude también a convencer a James para que siga en el equipo. El mejor jugador de los últimos tiempos será agente libre al término de la temporada.