Catorce años más tarde la selección vuelve a Málaga. Lo hará a las 13.20 en un AVE procedente de Madrid después de que el equipo entrenado por Luis Aragonés iniciara ayer la concentración previa al amistoso que mañana disputará ante Francia (21.00) . Minutos más tarde de su llegada se alojará en el hotel Barceló, situado junto a la estación María Zambrano, y entre las 20.00 y las 21.00 se ejercitará en La Rosaleda en una sesión a puerta abierta a la que podrán acudir todos los aficionados que lo deseen.

Francia, por su parte, llegó ayer a Málaga y por la tarde se ejercitó en el complejo deportivo Marpafut de Marbella. El equipo galo se medirá hoy a Congo (18.00, Municipal de Marbella) en un partido en el que Domenech le dará minutos a los menos habituales y lo más probable es que reserve a sus estrellas (Henry, Cissé, Anelka...) para el partido de mañana ante España, en el que no estará Ribèry.

En España la principal preocupación es el estado físico de sus jugadores. El valencianista David Silva se convirtió ayer en la primera baja por culpa de una lesión que arrastraba ya desde hacía una semana. Silva, que no había jugado con su equipo el partido de Copa ante el Atlético ni la última jornada liguera ante el Valladolid, se sometió al reconocimiento médico de los galenos del combinado nacional. En el mismo se le detectó una contusión en el sóleo de la pierna izquierda que no es recuperable para el partido de mañana, por lo que Silva regresa a Valencia y en su lugar el seleccionador nacional, Luis Aragonés, no convocará a nadie.

Por su parte, el madridista Sergio Ramos, otro de los tocados en el inicio de concentración por culpa de una sobrecarga en el psoas, se ejercitó en el gimnasio y en principio hoy sí se entrenará junto a sus compañeros. El barcelonista Bojan Krkic llegó ayer por la tarde a Madrid, pero no pudo entrenarse por las molestias estomacales que sufrió durante la pasada noche, según informó el Barcelona y, por la tarde, llegó a Madrid cuando la selección ya había concluido la primera sesión preparatoria para el encuentro .

La concentración del combinado nacional estuvo marcada por los debates sobre la polémica figura de Luis Aragonés y con pocas palabras dedicadas a Francia. Éste es el sino de una selección de la que se habla más por sus aspectos extradeportivos que por su actividad sobre la cancha. Uno a uno, los futbolistas fueron llegando a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y todas las preguntas giraron en torno a Aragonés y su mundo.

El seleccionador parece haberle tomado el gusto a apagar los fuegos con gasolina y cada intervención suya es una invitación a la discusión. La pasada semana comenzó con un desagradable enfrentamiento en directo con periodistas de Onda Cero y el viernes prosiguió con una extraña comparecencia, en la que sugirió la posibilidad de no estar en la próxima Eurocopa.

"Quiero estar en la Eurocopa, pero habrá que ver cómo vienen los vientos", dijo entonces. Y todo porque se publicó ese día que la Federación Española de Fútbol (RFEF) pretendía presentar al sucesor de Aragonés antes de la cita continental, después de que el actual seleccionador haya confirmado que tiene "fecha de caducidad" y que se marchará después del evento.