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Comienza la pelea por ser clase media

  • España se enfrenta hoy a Eslovenia (17:00) en el primer duelo de la lucha por acabar quinto el torneo

Seis años después, tras la séptima plaza de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, España vuelve a la clase media del baloncesto internacional al tener que pelear por el quinto puesto en el Mundial de Turquía, enfrentándose, en primera instancia, con Eslovenia.

En el Europeo de Belgrado 2005, el equipo nacional acarició las medallas, pero se tuvo que conformar con el cuarto puesto. Después llegó la explosión de juego y éxitos. Oro en el Mundial de Japón 2006; plata en el Eurobásket 2007 de España; plata en los Juegos de Pekín 2008; y oro en el Europeo 2009, de Polonia.

Ahora, la selección vuelve a la clase media del baloncesto internacional tras perder el cruce de cuartos de final del Mundial ante Serbia, con un final de partido mal gestionado.

"No es el final de ningún ciclo", declaró nada más acabar el partido el presidente de la FEB, José Luis Sáez, parecido al de los protagonistas en la zona mixto: "Hay que levantar la cabeza y ganar los dos partidos que nos quedan".

Pero está claro que la selección está tocada. Los integrantes del combinado nacional y el cuerpo técnico son los primeros decepcionados con la derrota. Todos, jugadores, entrenadores y aficionados se habían acostumbrado a jugar por las medallas, a conseguirlas, y ahora hay que luchar por una clasificación menor.

Eliminar de la cabeza esta sensación de decepción e intentar seguir jugando al máximo nivel para finalizar el Mundial en la mejor posición posible, quintos, es la nueva meta. Un objetivo que nadie quería, pero que es el que hay. Y no será fácil. En el cruce de semifinales de los puestos quinto al octavo el primer rival será Eslovenia, un conjunto que no será precisamente sencillo y que en Turquía ya se ha impuesto a selecciones como Croacia, Brasil o Argentina, y que en el pasado Europeo acabó cuarta.

Jaka Lakovic, el jugador del Barcelona, es uno de sus líderes, junto al NBA Goran Dragic. Un plantel alto, fuerte, tirador, al que quizá sólo le falte intensidad en determinados momentos de los partidos. La ausencia del también azulgrana Erazem Lorbek le restó posibilidades para intentar llegar a semifinales, pero es un bloque sólido capaz de amargar la tarde a cualquiera.

Para recuperar al equipo Sergio Scariolo dio descanso ayer a los jugadores. No hubo entrenamiento ni declaraciones. Todos saben lo que ha pasado y es momento para que cada uno reflexione en ello. Esta mañana, horas antes del partido (17:00), en una sesión de preparación, todos volverán a reunirse en una cancha de baloncesto. Y deberían llegar con las pilas puestas.

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