Arranca la tercera presencia consecutiva del Unicaja en el Top 16. Lo hace en habitual territorio comanche, el Palau Blaugrana. Desde el pasado mes de abril, a la habitual bestia se le observa con un poco menos de miedo. Cayó el Barça y Málaga entera fue a la Final Four. Un sonoro portazo al longevo síndrome Ansley, que duró 12 años.

Ésta es otra historia, no obstante. Tanto, que la zurda asesina que ejecutó a los culés, Pepe Sánchez, viste ahora de azulgrana. Allí desparrama su talento para las asistencias, con los vídeos de sus pases imposibles convertidos en objetos de culto como las tandas de naturales de Curro. Allí sobrevive el genial y guadianesco Pepe, en medio del caos que es la sección baloncestística del Barcelona. El martes bajó la plana mayor, Laporta incluido, al vestuario para reafirmar su apoyo al entrenador y la plantilla. Ruido de sables y el Palau de uñas después del último fiasco en la Copa. La era Ivanovic se extingue y, con la ingente inversión realizada, un título copero sabe a muy poco en Can Barça. Y baja el río revuelto.

También se podía ver a las cabezas visibles del Unicaja en el entrenamiento del pasado martes. Allí estaban en la presentación del último fichaje, Terrel Castle. El hombre que no venía -qué podía aportar un descarte de un equipo de inferior nivel- y que al final sí llegó. La lesión de Carlos Cabezas fue la excusa perfecta para justificar un fichaje ya concretado de antemano. Sin el base malagueño, la cabina de dirección queda coja. Un jugador en el que no confía el entrenador, Bojan Popovic, y un recién llegado con cuatro entrenamientos como bagaje, Castle, más las aportaciones puntuales de Davor Kus. No sería extraño ver al croata como titular hoy en el Palau, por cierto. No pinta bien en ese sentido el panorama para el Unicaja, pero...

El partido se presume una guerra de nervios. El Barcelona se ha mostrado relativamente seguro en su cancha pese a que los murmullos son constantes y el descontento de la gradería evidente. No traga a Ivanovic, al que por un tiempo se obvió en las presentaciones para evitar el abucheo, añora a Navarro y mira constantemente hacia el palco. Un grano para Laporta. Por eso se antoja clave para el Unicaja alargar el encuentro, no perderle nunca la cara. Hay presión para los dos equipos, porque los errores en una liguilla de seis partidos se maximizan, pero el que tiene el saque es el cuadro azulgrana. Si valor tendría un triunfo malagueño, un peso inferior, pero no mucho menos, tendría perder por una diferencia prudencial. Los empates al final de esta fase son muy habituales. Y tener la opción de darle la vuelta al averaje particular es un mal menor interesante. Scariolo explicaba gráficamente la enseñanza principal de los anteriores Top 16: "Se trata de afrontar cada partido como si ese duelo perteneciera a una eliminatoria a ida y vuelta". Pues eso.

La Copa del Rey dejó en el vestuario malagueño la sensación de que se ha progresado, pero quizá no lo bastante para ganar en canchas complicadas. No ha ganado en ninguna plaza grande esta temporada el Unicaja, ni en Euroliga ni en ACB. El efecto intimidatorio puede disolverse en una pista de sobra conocida para la mitad del plantel cajista. Para la otra mitad es una nueva prueba.

Es el tercer viaje consecutivo, el cuarto en total, al Top 16. En las dos últimas temporadas, la Euroliga ha sido un hábitat agradable para el Unicaja, que se ha movido con mucha soltura hasta llegar incluso al antepenúltimo peldaño antes del título. Parece cómodo el cuadro malagueño, incluso con los arbitrajes que tanto se temen a estos niveles. Es un reto difícil ir más lejos, pero ni mucho menos imposible. En el escalafón tras la primera fase, el Unicaja está por encima del Barcelona. Y también por arriba del Lottomatica, que ayer acongojó hasta el extremo al CSKA, que realizó una increíble remontada de 11 puntos en apenas dos minutos. No vale de nada lo de antes, ya lo aprendieron Scariolo y sus hombres (sólo quedan Berni, Santiago y Cabezas) hace dos años, cuando tras aquella mayestática primera fase de las 11 victorias consecutivas se atoró el equipo en este embudo mucho más fino que el anterior que es el Top 16. Ellos deben transmitirlo. La ambición es pelear por el play off previo a la Final Four. Y hoy comienza este nuevo apasionante viaje.