Cuando se comparten, los buenos momentos se multiplican. Seguro que por ello, cuando la checa Eva Samkova consiguió la medalla de bronce en snowboard, salió a abrazarse con algunos miembros de su equipo con evidentes gestos de felicidad. Una sonrisa que contagió.

Yuzuru Hanyu acarrea consigo una extraña tradición: ser el único capaz de hacer que lluevan a su paso Winnie-the-Pooh. Una habitual muestra de afecto hacia el patinador japonés, que viaja siempre acompañado de sus peluches favoritos, que se repitió en Gangneung.

Del podio... a la fría nieve. La china Mengtao Xu era una de las favoritas para colgarse el oro en la prueba de esquí freestyle. Sin embargo, una espectacular caída impidió que la asiática se alzara con el título olímpico. Lo que seguro ganó fue un dolor de cabeza importante.