Era un objetivo complicado ser el primer equipo que visitaba el Pabellón Municipal de Porriño esta temporada y se llevaba la victoria. Y no pudo ser, máxime por el mal inicio del Clínicas Rincón Málaga Costa del Sol, que terminó perdiendo 34-28.

Con el ataque sin mucha fluidez, viviendo exclusivamente del lanzamiento exterior de Polina, y con muchos problemas atrás, pues casi la totalidad de lanzamientos locales acababan en gol, muy pronto se abrió un cisma en el electrónico (10-4).

Las malagueñas comenzaron a jugar mejor en campo rival, pero cada ataque que podía significar reducir distancias acababa con alguna pérdida o una mala decisión que permitía una contra fácil, lo que dañó la moral de las visitantes, que no jugaron nada bien el término del primer tiempo. Aunque varios lanzamientos desde los 7 metros les permitieron minimizar daños e irse a vestuarios con 7 goles de desventaja (18-11). Por encima del 75% de efectividad en el tiro de Porriño en los primeros 30 minutos, demasiado para que el Clínicas se mantuviese cerca en el marcador.

Al inicio del segundo tiempo las diferencias se mantuvieron, hubo intercambios de goles y el marcador siempre se movía en una franja de entre 5 y 7 goles entre ambos conjuntos. Entonces llegó la máxima diferencia del partido, nueve tantos a favor de Porriño (29-20), con lo que ya parecía sentenciado el choque.

Apareció en esos instantes el coraje de las malagueñas; con un parcial de 1-6 se ponían a sólo cuatro goles a falta de cinco minutos. Pero una jugada desafortunada acabó con exclusión de Jenni Gutiérrez, que además suponía su expulsión por ser la tercera, y ahí murieron las opciones de lograr la remontada épica. Finalmente, el marcador fue 34 a 28 a favor de Balonmano Porriño.

Toca ya pensar en el importante viaje a Casteldefells de la próxima semana, que sirve para abrir la segunda vuelta y, de lograr la victoria, dar un paso muy importante en la búsqueda del objetivo de la permanencia.