El pobre rendimiento, por momentos lamentable, alguna vez luminoso como en el triple mágico ante el Real Madrid, de Terrell McIntyre alimenta un debate que ya existió en las entrañas del Unicaja en su día, en verano. Si continuar con Omar Cook o apostar por el veterano base del Montepaschi Siena. Cook completa una buena temporada en Valencia, con claros aunque también oscuros, aunque la última semana tuviera una enganchada con Svetislav Pesic en Menorca. El Power Electronics es el rival este domingo del Unicaja en su acelerada carrera por acceder a los play off por el título cuanto antes, si es posible en una posición lo más alta posible.

El Unicaja tenía una opción unilateral para renovar a Cook por una temporada. De hecho, el club malagueño pidió una prórroga a su agente, Miodrag Raznatovic, de un plazo que ya había pasado y que contemplaba la ampliación del contrato. Contrariamente a lo que desde fuera parecía, Aíto no era un enamorado del juego del base neoyorkino. Prefería otro tipo de jugador para la posición y McIntyre le satisfacía... si hubiera estado sano, como repitió el técnico madrileño, que lamentó repetidamente los problemas de salud del norteamericano. La opinión casi unánime era que McIntyre era un refuerzo de garantías que podía dar un salto de calidad al equipo. La pista ha demostrado que, a día de hoy, no lo ha sido.

Había dudas en el club y finalmente se decidió que Cook no continuara. La saliente dirección deportiva y general, formada por Juanma Rodríguez y Berdi Pérez, era devota del jugador con pasaporte montenegrino, al que consideraba en la élite de bases europea. Curiosamente, ahora Pérez es representante en España y Portugal de Beobasket, la agencia que lleva a Cook. La dirección deportiva nueva, con Manolo Rubia al frente, y Aíto apostaron por McIntyre.

Las acciones de Cook fluctuaron durante la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga ante el Real Madrid. El segundo y el cuarto partido de la serie fueron espectaculares, con victoria valenciana. No así los impares, con triunfo madridistas. La crítica valenciana, así como el club, valora como un tremendo acierto su fichaje. Paradójicamente, los números de Omar Cook en la ACB son peores en Valencia que en su segunda y última temporada en Málaga. 6 puntos (37% en tiros de dos, 27% en triples y 82% en libres), 5.5 asistencias, 2.4 rebotes y 8.4 de valoración. A las órdenes de Aíto en su segundo ejercicio promedió 8.9 puntos (mejores porcentajes de 42.2% en tiros de dos, 37.1% en triples y 83.5 en libres), 5.8 asistencias, 1.5 rebotes y 10.5 de valoración.

Los números no lo dicen todo, sobre todo en un jugador de sus características. Muchos técnicos valoran su defensa como la mejor de la ACB en su puesto. Y su criterio a la hora de jugar. A Cook se le reprochaba con frecuencia su poca clarividencia en los instantes finales de partidos apretados. Básicamente, por lo que se fichó a McIntyre.