Fútbol - Liga BBVA

De Cristiano a Florentino Pérez: el Real Madrid no oculta la tensión

  • El Real Madrid vive un momento difícil y así lo escenificó su presidente al acudir a la Ciudad Deportiva de Valdebebas para reunirse con jugadores y técnicos, tras la derrota ante el Atlético y la polémica por la fiesta de Cristiano.

De los ecos de la fiesta de Cristiano Ronaldo a la visita de Florentino Pérez a los jugadores: el Real Madrid vivió una jornada complicada que incluyó reproches a su estrella, análisis al más alto nivel e incertidumbre sobre el futuro. Lejos de mitigarse, pasan las horas y la repercusión de la derrota 4-0 ante el Atlético de Madrid se amplifica. "Estado de emergencia", tituló el diario Marca para constatar que no comenzaba una semana más en la vida del coloso blanco.

Ya nadie puede ocultar que el Real Madrid vive un momento difícil y así lo escenificó su presidente al acudir a la Ciudad Deportiva de Valdebebas para reunirse con jugadores y técnicos. Algo nada habitual en el presidente blanco, y menos cuando no hay partido hasta el sábado. Para entonces, Pérez había tenido que escuchar infinidad de reproches a lo ocurrido cuatro horas después de concluir el partido ante el Atlético. Cristiano Ronaldo decidió celebrar la fiesta de su trigésimo cumpleaños en una noche que incluyó centenares de invitados, cantos y bailes hasta las seis de la madrugada.

A la cita fueron invitados todos los jugadores del Real Madrid, pero los españoles declinaron. Futbolistas como Iker Casillas, Sergio Ramos, Dani Carvajal o Isco renunciaron al festejo, conscientes seguramente de que no era el momento idóneo. Diferente fue el pensamiento de los lesionados Pepe, James Rodríguez o Sami Khedira, quienes cumplieron visita. Y tampoco resultó indiferente que asistiera Fernando Hierro, el segundo entrenador del equipo. El primero, Carlo Ancelotti, no fue a la fastuosa fiesta.

Las imágenes de la fiesta no tardaron en trascender. A las pocas horas de comenzar los fastos, las redes sociales se inundaron de fotografías y videos con el portugués y sus amigos bailando, cantando y posando. Justo lo último que quería presenciar una hinchada que todavía buscaba explicaciones a la debacle del Vicente Calderón. Por eso, varios aficionados acudieron a Valdebebas con una pancarta en la que se leyó: "Vuestra risa, nuestra vergüenza". Es el mensaje que vio cada futbolista. También el presidente.

"La afición no entiende que después de semejante papelón les quedara cuerpo de fiesta", suscribió el diario As. Antes de comenzar el entrenamiento, Ancelotti también se reunió con el plantel para analizar "el peor partido" desde que el italiano está en el Real Madrid, como él mismo confesó. Qué lejos parece ahora aquel diciembre del pasado año, en el que el Real Madrid volaba hacia un récord de 22 victorias consecutivas y se debatía sobre si era el mejor equipo de la historia del club blanco. Al tiempo, los periódicos hablaban de la inminente renovación de Ancelotti. Parece que hayan pasado diez meses.

A la espera de que disminuyan los decibelios de la ira, las siguientes miradas irán hacia Ancelotti y los jugadores, ver cuál es la capacidad de reacción que existe ante la falta de actitud y juego. Lo primero ya lo denunció Ancelotti y lo segundo lo exige la prensa. El siguiente partido es el sábado, ante el Deportivo de La Coruña, y todo parece complicarse por momentos para Ancelotti. Sami Khedira tiene tres semanas de baja por una lesión muscular y se unió a una enfermería en la que permanecen Pepe, Sergio Ramos, Luka Modric y James Rodríguez, cuatro hombres fundamentales para su entrenador. Ahora mismo, el Real Madrid sólo tiene dos medios centros útiles más allá de los titulares Kroos e Isco: Asier Illarramendi, con pocos minutos esta temporada, y el brasileño Lucas Silva, nuevo fichaje que todavía espera jugar sus primeros minutos en el equipo.

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