El DKV Joventut ganó ayer en Sevilla (85-89) al Cajasol en un partido que no se decidió hasta el último minuto y en el que el equipo visitante sufrió para conservar el liderato ante el cuadro sevillano, que dio la cara ante el líder, aunque terminó claudicando en el minuto final de partido, perdiendo por un ajustado 85-89.

El conjunto catalán brilló por su extraordinario acierto exterior y por la actuación de un inspirado Demond Mallet. Los sevillanos, que tardaron en frenar la sangría, reaccionaron de la mano de sus hombres altos como Kakiouzis.

Fue en el tercer cuarto cuando Rudy Fernández, autor de 19 puntos, se echó al DKV a la espalda y lideró una remontada que permitió a los de Aíto García manejar las primeras diferencias cómodas en el electrónico. Sin embargo, las distancias sirvieron de poco y Carroll empató desde la línea de tres.

Al final, la serenidad de los visitantes en el momento más caliente de partido decantó la balanza del lado del DKV, que se coloca como líder en solitario en la clasificación.