fútbol copa del rey

Demasiados goles para el Real Madrid

  • El Numancia mereció más frente a los blancos

Lucas Vázquez felicita a Bale tras marcar el 1-0.

Lucas Vázquez felicita a Bale tras marcar el 1-0. / javier belver / efe

El Real Madrid colocó un pie en los cuartos de final de la Copa del Rey al superar ayer por un engañoso 0-3 al modesto y organizado Numancia en la ida de la eliminatoria de octavos.

Sin Cristiano Ronaldo ni Benzema siquiera convocados, los goles de penalti de Bale en el minuto 35 y de Isco en el 89, y de Borja Mayoral, en el tiempo añadido, fueron suficientes para que los dirigidos por Zinedine Zidane encarrilaran la eliminatoria.

El jugoso marcador final no reflejó el buen partido que cuajó el Numancia ni los pocos méritos que hicieron los blancos para llevarse un encuentro en el que los locales jugaron con diez la última media hora por expulsión con doble amarilla de Diamanka.

Los castellanos también reclamaron un claro penalti que podría haber cambiado el rumbo del juego, si el árbitro si el árbitro lo hubiera concedido. El agarrón de Theo Hernández a Dani Nieto a la media hora fue tan palmario como la pena máxima cometida por Carlos Gutiérrez sobre Lucas Vázquez cinco minutos después.

Bale, el único componente de la afamada BBC (Benzema, Bale, Cristiano) presente en Los Pajaritos, lo disparó suave a la derecha del meta. Más allá del tanto, el Real Madrid apenas dejó en Soria jugadas para el recuerdo. Ni Marco Asensio ni Dani Ceballos ni especialmente Theo, los hombres llamados a protagonizar el futuro blanco, brillaron como de ellos se espera.

Ninguno ofreció argumentos de peso para que, en los partidos de más enjundia, Zidane modifique su once tipo y dé oportunidades a los jóvenes que esta temporada deberían integrar el llamado equipo B.

No sólo eso. Jugando ya con diez por la dura entrada de Diamanka a Nacho, el Numancia pudo empatar el choque con un disparo de Íñigo Pérez, desde 40 metros, que se estrelló en el palo.

El medio centro, uno de los mejores hombres del Numancia, vio a Kiko Casilla adelantado y no se lo pensó dos veces. El guardameta blanco estaba vencido. El travesaño lo redimió.

Después, llegaron el gol de dudoso penalti de Isco y de Mayoral, el único que hizo gala de una gran puntería. El 0-3 fue un castigo excesivo para un meritorio Numancia. Eliminatoria resuelta.

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