Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

Divina seguros joventut - unicaja · la crónica

Derrota que alarma (82-79)

  • El Unicaja remonta 16 puntos de desventaja en el tercer cuarto, pero incurre en los errores anteriores para caer en Badalona. La falta de consistencia de los de Plaza resulta preocupante.

El Unicaja culminó una semana para olvidar en el Olimpic de Badalona. No encadena varios partidos buenos el equipo de Joan Plaza, que no es fiable aún tras mes y medio de temporada. La victoria ante el Baskonia no consolidó nada, al contrario. Se volvió a una mala versión en Murcia y Badalona. Y preocupa porque hay demasiados jugadores descolgados en el Unicaja, a años luz de su supuesto máximo potencial. Casi uno por posición. Lafayette, Waczynski, Brooks y N'Diaye, cada uno con sus asteriscos y sus roles, resultan rémoras en días como ayer. Si se suma un Jamar Smith tremendamente irregular y ayer obtuso en la toma de decisiones, la mitad de la plantilla está fuera de onda. En la coctelera todo, el Unicaja se dejó un partido muy ganable en Badalona (82-79).

 

Los problemas parten de la defensa, no hay una base segura sobre la que asentar los partidos. Plaza encontró un quinteto mediado el tercer cuarto, cuando su equipo perdía por 16 puntos (61-45) y era un coladero. Fogg-Smith-Díez-Suárez-Musli. Se subieron las líneas de presión, Suárez leyó bien el partido y al fin se surtió de balones al pívot serbio, la baza ofensiva más segura del equipo. Antes sólo se había visto la lectura de Suárez en el primer tiempo. En un lapso de 4 minutos y 34 segundos el Unicaja endosó a su rival un parcial de 3-21. Es una cadena todo, ya se ha relatado alguna vez. Se defiende, se puede correr y se pueden generar más canastas fáciles. Ese espejismo de cinco minutos se rompió en el cuarto final. En más de tres minutos sin anotar, con el Joventut lanzando sin tocar aro, desquiciado, el Unicaja desperdició cuatro ataques seguidos para asestar el golpe definitivo al partido. Plaza no dio continuidad al quinteto, es cierto que algunas piezas no habían tenido resuello desde el descanso. Pero la dinámica de partido invitaba a sentenciar ahí. No entraron los tiros y el Joventut se encomendó a Luka Bogdanovic, un viejo conocido de Joan Plaza, que le dirigió en Sevilla, y que no anduvo lejos de ser jugador del Unicaja hace un par de veranos. El serbio, muñeca privilegiada, sostuvo con cinco puntos a la Penya, le dio el oxígeno para permanecer en el encuentro (68-69). El Unicaja había perdido ese equilibrio circunstancial y vio cómo se marchaba el Joventut (74-70), que con el núcleo nacional (Vidal, Sàbat, Ventura y Miralles) fue a por el partido. Musli respondió con dos meritorias canastas en el poste, una con adicional (74-75). Y, quizá la jugada clave del partido, Bogdanovic echó por tierra una buena defensa cajista con un triple desde casi nueve metros sobre el final de posesión (77-75). En el carrusel de tiros libres el Unicaja sólo sacó un forzado triple para Lafayette en el último segundo que no tocó aro.

 

Quizá todo se entienda mejor con la falta de concentración con la que el Unicaja salió a la pista. Después de una derrota lo normal es salir con el cuchillo entre los dientes. Y lo primero que se observó fueron tres ataques sin tirar a canasta. Una catarata de pérdidas (11 al descanso, 15 al final, casi tantas como asistencias, 17) y una falta de agresividad ciertamente incomprensible. La prueba del algodón de este equipo es el rebote. El Unicaja volvió a perderlo (33-28). Se esperaba que N'Diaye fuera un buen cazador por sus cualidades físicas, pero no lo es, tiene poco instinto. En lo único que está por encima de la media es en taponar, casi siempre rectificando erróneas posiciones anteriores. En el resto penaliza al equipo. No es su nulo talento con el balón en las manos, es todo lo demás. También en la defensa del 2x2. Obliga a Musli a estar siempre, todos los días. Plaza le acabó dando minutos antes del descanso a Viny. Es una afirmación oportunista, sí, pero el peor Fran Vázquez, el de la temporada pasada, multiplica el rendimiento del mejor N'Diaye.

 

A ese 48-40 en el vestuario se llegó con un segundo cuarto infame que sólo Alberto Díaz, en roles sueltos que él no duda en ocupar, minimizó. Y es que va coleccionando malos partidos en las últimas semanas el Unicaja, no continuos. En todos hay algún momento potable, pero son más los malos que los buenos. De ahí se llegó a ese momento límite en el que se perdía por 16 puntos y en el que se reaccionó. Con Fogg de base llegaron, paradójicamente, los mejores minutos. Pasan los partidos y se echa en falta más a Nedovic. Es lógico añorar al mejor jugador de la plantilla. Sin él se pierde agresividad ofensiva. Pero la defensa sigue ahí, inconstante. Y el mejor equipo en el rebote de ataque del continente se ve superado en esa faceta con constancia. Es una semana para reflexionar. Y vienen dos partidos con aristas antes del parón, Zenit y Bilbao.

Divina Seguros Joventut (22+26+15+19) 82: Sàbat 14, Lapornik 10, Vidal 9, Bogdanovic 15 y Miralles 10 -quinteto inicial-. Abalde 2, Vasiliauskas 2, Ventura 10, Gielo 0, Stutz 4 y Jordan 6.

Unicaja (24+16+24+15) 79: Lafayette 2, Smith 8, Waczynski 5, Suárez 16 y Musli 15 -quinteto inicial-. Fogg 13, Díaz 8, Diez 8, Brooks 4 y N'Diaye 0.

Árbitros: Peruga, Sánchez Mohedas y Sánchez Montserrat. Eliminados: Smith y Ventura.

Incidencias: Palau Olimpic de Badalona. 7ª jornada de la Liga Endesa. Unas 5.000 personas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios