El director deportivo del Málaga, Antonio Fernández, y Joaquín se lo pasaron pipa en el Desafío de los Faraones, a cuya presentación en El Cairo acudieron ayer. Montaron en camello, visitaron uno de los mayores tesoros de la Humanidad, las pirámides de Keops, Kefren y Micerinos y conocieron una nueva cultura de manera exprés. Allí también conocieron que el partido programado para el 29 de febrero cambiará de día. Es fecha FIFA, incompatible por tanto con el calendario.

Fue el gran detalle conocido de la cita junto a la información, todavía no confirmada oficialmente, de que se está programando la comparecencia de un equipo egipcio como rival para los blanquiazules en dicho amistoso.

Ambos volvieron alucinados de la presentación, llevada a cabo en el lujoso hotel Mercure Cairo Le Sphinx, situado en Giza. "Había mucha prensa local y el Málaga ha tenido un recibimiento tremendo. Ha sido una rueda de prensa multitudinaria y están encantados con la presencia del Málaga. Es importante que el Málaga vaya abriendo fronteras y es un equipo muy querido aquí. El recibimiento y el cariño que nos están mostrando es enorme", significó el dirigente blanquiazul, que fue muy contundente acerca del trato dispensado a Joaquín: "Lo han recibido como lo que es, una estrella".

El gaditano también quedó encantado con la visita. "El partido ha levantado una expectación grande. En la rueda de prensa podía haber 40 ó 50 periodistas y 20 ó 30 cámaras, la expectación es buena y estamos contentos de poder visitar este país. El rival lo más seguro que sea de Egipto. Es la primera vez que estoy en El Cairo y estoy fascinado, es una ciudad grandísima. Me he puesto turbante y de todo, estaba de árabe total", bromeó el extremo en Canal Sur Radio, al tiempo que casi se descartó para la visita del Barcelona: "Va bien pero es recaída, así que iremos con precaución".