La marea viene con resaca, qué mejor que oír una de las voces autorizadas del vestuario para intentar de poner cordura. Duda lo hizo ayer por la mañana. Hace varios encuentros que ha desaparecido del terreno de juego, desde la goleada contra el Celta, aun así su peso en la caseta sigue inalterable. "El vestuario del Málaga, haya ganado o perdido, ha sido siempre el mejor vestuario. Seguro que no vamos a dar un paso atrás y vamos a seguir luchando para salir de ahí abajo", comentó el portugués, al que, aun así, entre líneas se le leyó un mensaje algo enigmático: "Estamos unidos, unos más que otros, pero todos pueden hablar. El que puede aportar su granito de arena lo dice y, todo lo que sea para mejorar, bien dicho es".

En opinión del luso, este estado, tener que luchar por la permanencia, es lo normal, la historia del club subraya que este es el sino. Lo que pasa es que el contraste con el esplendor de la era Pellegrini todavía pesa bastante en la cabeza de muchos. Sobre ello divagó el zurdo: "Verdaderamente es a lo que hemos estado acostumbrados. Veníamos de dos temporadas muy buenas, hemos vuelto a dar un paso atrás, pero el equipo sabe lo que tiene que hacer. Vamos a saber salir de este momento malo, el lunes tenemos ante el Athletic un buen partido para ello. Uno se acostumbra a lo bueno, pero es un proyecto nuevo. Esperemos que en un par de años pueda estar ahí arriba. Nos toca sufrir al comienzo. Estamos capacitados para luchar y salir de abajo".

En la rueda de prensa de Duda se vivió un momento tenso. Salió a colación su edad, el empuje de Fabrice y su poco protagonismo actual, si eso podría derivar en su último año aquí. La pregunta no le hizo gracia. "¿Lo dices tú? Yo tengo contrato de dos años más uno, qué tiene que ver lo de los jóvenes. Pregunta al director deportivo". Yo trabajo, el míster decide y el que juegue, que lo haga bien y dé el máximo. Eso quiero yo".