Escuelas deportivas municipales

Las Escuelas desde dentro, todo un lujo

  • Pablo Arroyo, de 12 años, recuerda ahora sus buenos momentos en esta iniciativa, en la que ha permanecido cuatro años y gracias a la cual sigue haciendo deporte

Pablo Arroyo es un deportista de 12 años que, a diferencia de los otros niños de su edad, puede presumir de tener "una buena base" en lo deportivo, algo que ha conseguido gracias a estar cuatro años en el proyecto de la Fundación Deportiva Municipal: "Yo empecé en las Escuelas hace ya cuatro cursos. Éste es el primero en el que no estoy y me da mucha pena, pero me alegro mucho de haber pasado por ellas".

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"Yo siempre he nadado, me encantaba y era un deporte que practicaba a menudo", explica Arroyo, quien un día conoció a los monitores de la Escuela de waterpolo y decidió apuntarse a esta iniciativa, en la que ya tenía más amigos.

"Desde el principio me gustó mucho la Escuela y empecé a aprender cosas nada más llegar, por eso yo recomiendo ahora a todos los niños que se apunten, porque van a disfrutar mucho", afirma el nadador.

ventajas

"Me gustó mucho que nos dieran bañadores y mochilas nuevos, eso es una gran ayuda para nosotros, porque toda esa equipación cuesta mucho dinero", recuerda Arroyo, "y también el trato con los monitores, son todos muy simpáticos y muy buenos con nosotros", continúa.

"Las competiciones en las que nos juntábamos todos los niños eran muy divertidas, ese es uno de los mejores recuerdos que tengo de la Escuela Municipal", sentencia el ahora jugador del equipo infantil del Waterpolo Málaga 2008.

Conocer gente ha sido sin duda una de las ventajas mayores para este deportista, que ahora tiene "muchos amigos repartidos por toda la Andalucía".

Participar con la selección andaluza infantil fue otro de los recuerdos que Arroyo guarda con más cariño de su paso por las Escuelas Deportivas Municipales: "Me hizo mucha ilusión jugar con la selección regional, ojalá pueda volver a hacerlo".

"Además, recuerdo un día que estábamos todos nadando tranquilamente y de repente apareció allí [en las piscinas universitarias de Teatinos] el alcalde y un concejal", explica este deportista acerca de la visita que Francisco de la Torre y Elías Bendodo, edil de Turismo, Comercio y Deporte, hicieron el pasado curso a las instalaciones para ver el trabajo que se hacía en las Escuelas Deportivas Municipales. "¡Los niños pueden conocer al alcalde si se apuntan a las Escuelas!", dice ingenuamente Arroyo.

Futuro

Los beneficios de practicar deporte y de hacerlo en este tipo de Escuelas tan supervisadas y controladas por expertos son fáciles de reconocer incluso para un niño tan pequeño como Pablo: "Si todos hacemos deporte ahora, cuando seamos mayores tendremos muchos problemas y podremos despejarnos haciendo ejercicio cuando estemos agobiados", valora el nadador.

"Las Escuelas te sirven también para saber qué quieres hacer después y qué deporte quieres practicar -comenta Arroyo-, en mi caso yo he seguido jugando al waterpolo, pero ahora tengo una base mucho mejor que otros niños que empiezan con mi edad a practicar este o cualquier deporte", concluye Arroyo.

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