La selección española llegó ayer por la tarde a Ereván, capital de Armenia, tras un día sin entrenamientos dedicado a un largo y pesado viaje, para quedar concentrada junto al mítico monte Ararat, que domina una ciudad en la que, con la clasificación al Mundial 2010 ya en el bolsillo, ninguno de los jugadores tocados quiere perderse la cita.

Dice la historia que el monte Ararat es la montaña bíblica sobre la que se posó el Arca de Noé después del diluvio universal. Preside el horizonte de Ereván, donde un centenar de jóvenes aficionados enloquecieron, ya en el aeropuerto, con los internacionales españoles.

Cada viaje de España a un rincón lejano del mundo se repite una imagen que premia el fútbol de calidad. Los jugadores del Barcelona son los más asediados por los amantes del fútbol. Seguidores que pasan horas esperando en un aeropuerto para pelear por un segundo inolvidable en sus vidas, en el que se fotografían con sus ídolos y rescatan como pueden un autógrafo. Sólo Casillas, el capitán del combinado nacional, quita algo de protagonismo a los barcelonistas. También Cesc y Torres, dos iconos de la Premier League y líderes de Arsenal y Liverpool, respectivamente. Partes importantes de la Liga con más difusión en el mundo.

La selección dedicó la jornada de ayer al desplazamiento desde Madrid hasta Ereván. Gran madrugón para desayunar en equipo en La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, antes de desplazarse a las 9:45 hacia el aeropuerto de Barajas y partir con 20 minutos de retraso. Fue un vuelo plácido de cinco horas de duración, que abandonó el país por Barcelona, atravesó Nápoles, Estambul, Ankara... para sobrevolar países como Macedonia y Grecia antes de aterrizar en Armenia.

Aprovecharon para dormir gran parte del vuelo los internacionales. Alguno como Dani Güiza bromeaba entre cada cabezada y aclaraba que está en plenas condiciones para jugar y aprovechar la ausencia de David Villa. "Estoy recuperado. Arrastraba unos dolores en la rodilla, pero si el míster quiere ahí estaré para dar todo".

"Aún no se si jugaré de titular. No está Villa y puede ser, pero lo que tengo claro es que aprovecharé cada minuto para intentar marcar. Llevo unos partidos sin hacerlo y qué mejor que volver a conseguirlo con mi selección", argumentaba el punta del Fenerbahçe.

El paso del tiempo reducía su morbo, pero el dorsal 7 está libre. El que David Villa heredó de Raúl, no tiene dueño para los partidos en Estonia y Bosnia. Güiza lo portó una noche en Turquía, pero afirmaba que no dejará su 17. Juan Mata o el debutante Negredo pueden recogerlo.

A las 16:15 hora española (19:15 hora local), aterrizó la expedición encabezada por Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en una ciudad repleta de historia, Ereván, donde justamente hace seis años intentaba huir sin éxito de una repesca. Un país tan europeo como asiático, ex república soviética, protagonista de una historia repleta de guerra y muerte.

En la primera nación en adoptar nl cristianismo como religión oficial en los primeros años del S. IV (año 301) Vicente del Bosque piensa en repartir esfuerzos. Anda pendiente del estado de los tocados (caso de Xavi, Torres y Güiza).

Todos quieren jugar. Disfrutar de un partido que suele acabar en goleada con el monte Ararat, de 5.156 metros, aportando mística a un encuentro de transición para los españoles.