España sigue viva en el Campeonato de Europa. Tras la derrota en el debut ante Hungría, ayer puso un pie en la segunda fase tras imponerse por 31-36 a Bielorrusia, en un encuentro en el que evidenció que todavía se encuentra lejos de su mejor nivel, aunque la buena actuación de Rocas y de los hermanos Entrerríos le permitió ganar.
Pese a la trascendencia del choque, los de Juan Carlos Pastor salieron igual de imprecisos que en el primer choque, con fallos en ataque y defensa que permitieron a los bielorrusos tomar de partida la delantera en el marcador (3-1). Por fortuna había algunos detalles que hacían presagiar la mejoría. El fracaso del 6-0 defensivo permitía lanzar con comodidad al rival, y los fallos en los lanzamientos y los pases posibilitaban correr a los veloces Brouka y Vasilyeu para situar a los eslavos con un preocupante 10-8. Pero cuando peor pintaba todo llegó la reacción, Una parada de Sierra en un penalti y tres goles consecutivos de Mariano Ortega, Albert Rocas y Chema Rodríguez, que situaban a España por primera vez por delante (12-14).
El cambio a la defensa 5-1 pareció asentar definitivamente al cuadro español en el partido, pero los errores ofensivos impedían sentenciar. En ese momento apareció Raúl Entrerríos, que con sus movimientos y penetraciones encontró los huecos necesarios para que su hermano Alberto distanciara definitivamente al equipo de Pastor.
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