Tarde, pero a tiempo. El Estepona consiguió reaccionar ante la final que se le venía encima y sumó tres puntos de oro para seguir soñando con la permanencia. Se había catalogado de final su visita al Betis B y el equipo, a pesar de las dificultades con las que lidia en el día a día, ofreció su mejor versión ante un filial bético que no pudo en ningún momento con el conjunto rojillo.

Apenas siete minutos de efectividad bastaron para marcharse al descanso con un contundente y tranquilizador 0-3. El marcador pudo ampliarse, pero el acierto esteponero ya había superado con creces su media. Para más inri, la expulsión del guardameta bético, Adrián, al borde del descanso, dejó muy tocados a los locales, que apenas inquietaron a Ávila en la segunda mitad.

Antes de llegar a la media hora, Durán había adelantado a los rojillos con un buen testarazo que acabó en el fondo de la portería bética. Cinco minutos después, Rubén Cruz remachaba un buen servicio de Raúl Gaitán, uno de los mejores del partido, y, casi sin tiempo para la reacción, Pedro sentenciaba el choque en una buena acción personal. El propio delantero algecireño sería el encargado de provocar la expulsión de Adrián, que se vio obligado a tocar el balón con la mano fuera del área para evitar el cuarto tanto esteponero.

Tras la expulsión y el paso por vestuarios, los hombres de Nene supieron manejar el encuentro y su ventaja ante un filial bético que, con un hombre menos, luchaba más por orgullo que por creencia en la remontada. Sus intentos tuvieron premio con el gol de Bernal, a 15 minutos para el final. Con el 1-3 se acabó el partido y los tres puntos volaron a Estepona, que sumó su segundo triunfo a domicilio de la temporada. La victoria permite a los malagueños acercarse al Betis B, que con tres puntos más ocupa el puesto de promoción. Hay algo de luz al final del túnel...