El defensor del título, el argentino Juan Martín del Potro, no irá a Nueva York por una lesión de muñeca. El número uno del ranking mundial, el español Rafael Nadal, está algo bajo de forma, como el serbio Novak Djokovic, de manera que Roger Federer es el gran favorito para ganar el último Grand Slam de la temporada, el US Open.

El suizo está listo para conquistar el que sería su sexto título en Flushing Meadows. A una semana del comienzo del torneo, el tenista aprobó el ensayo general ganando por cuarta vez el torneo de Cincinnati ante el estadounidense Mardy Fish. Pero más allá de levanar otro trofeo, el primero desde el triunfo en el Abierto de Australia a principios de año, Federer demostró que está recupeando su mejor juego para acabar la temporada como empezó: ganando. "En estas dos últimas semanas vengo jugando bien. Esta victoria ha sido una prueba más de que actualmente estoy en buena forma. Creo que hice un excelente partido", señaló el helvético tras coronarse en Cincinati, que igualó el registro del sueco Mats Wilander, que también ganó cuatro veces en Cincy.

Tras su decepcionante eliminación en cuartos de final de Wimbledon contra el checo Tomas Berdych, Federer analizó su juego con minuciosidad y trabajó durante dos meses la manera de mejorar. El resultado es que el número dos del mundo juega ahora sensiblemte más agresivo en las rápidas canchas duras norteamericanas, e intenta presionar enseguida al rival. Está de vuelta.