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El 'Gallo' es el Unicaja

  • Superioridad El equipo malagueño liquida al Armani Jeans tras anular a Gallinari, la joven estrella de su rival gracias a un gran Welsch Amplitud Los de Scariolo vencieron en todos los cuartos y siguen primeros

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"Gallo, grazie di esistere", rezaba una pancarta en el anillo superior del Carpena. Hinchas del Armani Jeans Milano, el histórico Olimpia tricampeón de Europa, que agradecen la existencia de Danilo Gallinari, la penúltima gran joya del baloncesto transalpino. No hubo noticias del Gallo en el Carpena, pronto cargado de faltas y desactivado por un Jiri Welsch otra vez determinante a los dos lados de la pista. El jugador que deslumbró en la ida en Milán, como hace normalmente en Italia y Europa, cayó en las trampas tácticas que le diseñó Sergio Scariolo, que habla de él como una futuro referente. Silenciar el canto del Gallo fue la primera piedra del cómodo triunfo del Unicaja ante el equipo en el que el legendario Dino Meneghin hace de embajador y el elegante Claudio Coldebella de ayudante. Son historia viva del baloncesto transalpino, que conoció días muchos mejores. Sólo el Montepaschi parece tener asegurado el pase al Top 16 de los cuatro participantes. Lo tiene complicado el Armani, que a lo máximo que puede llegar a alcanzar seis victorias, ganando los cuatro partidos que le quedan. Harto complicado.

Los problemas del Armani Jeans no atañen al Unicaja, que sigue a lo suyo, instalado afortunadamente en el hábito de la victoria. Son fechas complicadas para centrarse en el parqué y abstraerse de la festividad que preside el ambiente. Menos público en el Carpena. Pero el Unicaja tira de profesionalidad para continuar afinando la maquinaria. Scariolo pudo dar descanso a Carlos Jiménez como tenía previsto (se vistió, pero no jugó un solo minuto) y el bloque no se resintió para derrotar a un errático bloque italiano que no ratificó la mejoría que había evidenciado en el último mes.

Es el hábito del triunfo, salvoconducto que se le solicita al equipo grande. El ganar sin necesidad de exprimir todo el limón, sólo con unos mínimos más elevados que el nivel medio del rival. Es la velocidad que ha adquirido el Unicaja, sobre todo en el Martín Carpena, para superar a los rivales sin que estos opongan argumentos sólidos, llámese Barcelona, Real Madrid o Armani. Va para los dos meses que nadie vence en Málaga. Y la racha tiene visos de continuar.

El tempranero 5-9 fue la amenaza más seria del equipo visitante, que aguantó a trancas y barrancas hasta el descanso (44-37), pero que no resistió el habitual tercer cuarto demoledor del Unicaja (24-17). Periodo en el que el equipo malagueño ofreció sus mejores minutos, con canastas de alta escuela y una velocidad de balón sobresaliente, indefendible por el rival. Puertas atrás, triples diáfanos, juego entre pivots... El baloncesto fluía, como atestiguan las 24 asistencias repartidas. Es decir, la mitad de los puntos generados por pases decisivos. Berni, máximo anotador, Cabezas y Haislip conectaron para terminar de desarbolar al rival (60-41). Hizo el break el Unicaja con soltura y autoridad, propia del equipo superior.

Más allá de otra errática actuación de Popovic, sobre el que hubo amago de pitos, y la lesión de Kus, casi todo fue positivo para el Unicaja. Jiménez descansó para recuperarse de su espalda y Sanders disputó medio partido para acumular horas de vuelo con sus compañeros. Dejó triples ya con el viento a favor y también intensidad defensiva, a veces no optimizada.

En el tramo final, Germán sentó cátedra desde el poste alto agilizando la circulación y de ello se aprovechó Paulao Prestes, que se hace acreedor a minutos cada vez que tiene opción. El quinteto que acabó el partido fue Popovic-Chylinski-Sanders-Germán-Paulao. Buen síntoma de cómo transcurrió el partido. Se temía al Gallo italiano, pero el gallo en el corral de este grupo B responde, a día de hoy, al Unicaja, que abrió el año 2008 con buenas costumbres. El hábito de ganar.

8-2

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