Cal y arena en la enfermería del Unicaja. Sale Payne y su hueco lo ocupa Jorge Garbajosa. Las peores sospechas se confirmaron y el ala-pívot madrileño tiene una severa rotura de fibras en el gemelo interno de la pierna izquierda. La dimensión es importante y por ello el tiempo de baja está estimado entre cuatro y seis semanas. O sea, hasta mínimo finales de marzo habrá que despedirse de un jugador capital en los esquemas de Mateo. El propio cuerpo técnico admitía que se estaba sobreutilizando a Garbajosa, que arrastraba una tendinitis en sus dos rodillas que aconsejaba más reposo. Desgraciadamente, lo tendrá, pero por otras razones.

Así las cosas, Garbajosa deja un hueco importante en la rotación, más aún por su condición de cupo. Sólo le puede relevar un jugador nacional. Si se quiere mirar hacia abajo, habría que dar de alta a uno nuevo (Lorenzo o Malick Fall) o hacerle ficha definitiva del primer equipo a Álex Abrines. Lo más probable es que, con Lima y el escolta balear ya jugando minutos con continuidad, se coloque a Peric de cuatro, como lo ha hecho últimamente.

A cambio, la buena noticia es el regreso de Mark Payne, que completó toda la sesión vespertina a buen ritmo. La hiperextensión que se produjo en el dedo gordo del pie izquierdo propició ha sanado definitivamente, ayer recibió el alta y ya se ejercitó con el resto de compañeros. Chus Mateo celebraba en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Valencia su vuelta. El jueves se probará ante el Bilbao y, en función de lo que ocurra y sus sensaciones, puede entrar en el equipo para el fin de semana. Sería a costa de Gerald Fitch o Darden, si el primero no tuviera el pasaporte albanés que se espera desde hace semanas. En caso afirmativo, el abanico de cambios alcanzaría a los dos bases, Earl Rowland y Kristaps Valters. Todo ello, si no llegan fichajes, claro.