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Garbiñe es el futuro

  • La hispano-venezolana pone contra las cuerdas a toda una Serena Williams y muestra su candidatura como próxima ganadora del Grand Slam londinense El gran inicio de la guatireña sorprendió a la estadounidense

La estadounidense Serena Williams se consagró campeona de Wimbledon al vencer por 6-4 y 6-4 a la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza, a quien se le terminó el sueño en el All England Club... por ahora. Y es que flotó en el ambiente que la perdedora de ayer está predestinada a levantar en un futuro la ansiada bandeja que distingue a la campeona. Cayó con mucho honor. Haciendo que Serena tuviera que sacar lo mejor de sí. Y prometiendo que la de este año fue la primera de muchas y excitantes aventuras en la hierba sagrada de Wimbledon.

Con su triunfo, Williams, de 33 años, consiguió su sexta corona en la catedral del tenis y el título de Grand Slam número 21 en su carrera. Además, la americana ganó el Serena Slam, el cuarto grande en forma consecutiva tras consagrarse en el US Open el año pasado y esta temporada en el Abierto de Australia y Roland Garros.

Muguruza, por su parte, no pudo convertirse en la segunda española en ganar en el All England tras Conchita Martínez (1994). La potencia y experiencia de la número uno pesaron en el pulso final, en el que Muguruza mostró que los grandes escenarios no la intimidan. Williams fue simplemente la mejor en una pista central que igualmente reconoció el potencial de la española, de 21 años.

Tras conseguir el Serena Slam, Williams está a un grande del verdadero Grand Slam, la conquista de los cuatro grandes torneos en una misma temporada. La última mujer en completarlo fue la alemana Steffi Graf (1988), que además se colgó ese año la medalla dorada en los Juegos de Seúl.

"Garbiñe, has jugado muy bien, no te pongas triste porque muy pronto tendrás este trofeo en tus manos", le dijo la campeona a Muguruza, que aún trataba de controlar sus emociones. La española será la próxima número 9 del ranking junto al Duque de Kent, y reconfortada por los aplausos que manaban de las gradas.

Muguruza no fue un personaje secundario, ni mucho menos, en la final: tuvo una ruptura de ventaja en el primer set y, cuando parecía rendida en el segundo (5-1 y servicio para Williams), demostró su temple para reponerse, aunque no fue suficiente para tumbar a una de las mejores jugadoras de la historia del tenis.

La española puso un pie firme al inicio con su ruptura en el primer juego del partido. Disfrutó de un 2-0 y 0-30 a su favor, pero arriesgó demasiado en una bola que pudo ponerle muy cerca de un 3-0 y saque. A partir de ahí, Serena fue acercándose a su mejor versión.

Aun así, Garbiñe sacó carácter ante su primera prueba de fuego en el sexto juego: con 3-2 y 15-40, salvó dos puntos de break impactando la bola duramente y con ayuda de primeros servicios.

Pero Muguruza volvió a verse presionada en su siguiente juego al saque y esta vez Williams le hizo pagar sus dudas: con un error no forzado, la española cedió su ventaja inicial (4-4).

La número uno salió decidida a atacar sobre el servicio cuando a la española le tocó servir, con 4-5 en contra, para seguir con vida. Allí dejó ver las señales de nervios la número 20: una doble falta la puso ante un set-point en contra, que Williams no dejó pasar con una derecha cruzada fulminante.

En el segundo parcial, la estadounidense demostró que no deja ni pestañear a sus rivales: apenas volvió a mostrar flaquezas con su servicio Muguruza en el cuarto juego, Williams se puso 3-1 y ya avistó su sexta corona en la Catedral del tenis.

Con la confianza por las nubes, Williams marcó las diferencias entre una número uno y una joven tenista llena de talento pero aún inexperta en grandes finales: un nuevo break la dejó con la posibilidad de servir 5-1 para el título.

En la recta final, cuando el sueño de la tenista nacida en Caracas se deshacía, se hicieron sentir los "¡Vamos, Garbi!" desde las gradas. Muguruza abrazó ese apoyo e intentó un rescate de último momento al encadenar tres juegos, con dos rupturas incluidas (5-4). Al servicio, Muguruza no resistió la presión de Serena, que ya no quería dejar escapar una nueva oportunidad. Con una doble falta y dos errores no forzados, la española cedió finalmente su saque y el partido tras una hora y 23 minutos.

Los aplausos del final fueron tanto para la campeona como para la finalista, quien terminó ganándose el cariño del público inglés, que aún se pregunta cómo se pronuncia el nombre de esa joven tenista española nacida en Caracas.

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