El Escribano Castilla de Motril acogerá uno de los partidos más atractivos de la jornada. Un escenario en el que el Atlético consiguió doblegar en Copa a un Granada 74 que ha ganado los últimos cuatro partidos de Liga y se sitúa a dos puntos del ascenso. Enfrente estará una Real Sociedad que no acaba de arrancar y que no puede permitirse fallar más si quiere acabar arriba.

Los de Coleman, que esta semana declaró estar muy contento tras su encuentro con el que se perfila como nuevo presidente de la entidad, Iñaki Baldiola, llevan seis empates en los últimos siete partidos y, aunque han mejorado, todavía se encuentran lejos de los primeros puestos.

El encuentro con sabor a Primera de la jornada se vivirá en Cádiz, donde los de Antonio Calderón, encabezados por el ex céltico Gustavo López, tendrán una difícil prueba ante un Celta de Vigo en progresión. Los de López Caro llevan diez partidos sin conocer la derrota y están a dos puntos de la tercera plaza, mientras que los andaluces han tomado aire en las últimas dos jornadas con los cuatro puntos conseguidos.

El Tenerife, por su parte, tratará de engancharse a la zona de cabeza a costa de un Racing de Ferrol que busca poner tierra de por medio con los puestos de descenso. José Luis Oltra tendrá a su disposición a toda la plantilla, mientras que los gallegos recuperán a Juanlu, Falcón y Torrecilla pero tendrán como ausencias obligadas al sancionado Benja y a los lesionados Paco Esteban y Juanma Ortiz.

El duelo de urgencias lo protagonizarán Castellón y Xerez. Ganar es fundamental pues los primeros están dos puntos por encima del descenso, mientras que los segundos son antepenúltimos.

Pepe Moré, que se juega el puesto, tendrá que hacer malabarismos para poner un once competitivo y es que Aurelio Santos, Nakor Bueno, Rafita, Dani Pendín y Perico, así como el sancionado Oberman son baja. En el Xerez no jugarán los lesionados Francis y Ramón.

Por último, en el partido que abrirá la jornada dominical, el Sevilla Atlético, tras su derrota frente al Celta, tratará de remontar el vuelo frente a un Gimnàstic que lleva cuatro partidos sin ganar.