fútbol lLiga BBVA

Granero guía al Madrid

  • El medio centro asume su rol creativo y posibilita que su equipo remonte ante un Zaragoza que fue de más a menos

Un completo partido de Esteban Granero guió al Real Madrid a la remontada ante el colista, el Zaragoza, y despertó al líder de la resaca de clásicos para conseguir un triunfo que le mantiene como sólido líder (3-1).

La presencia de Granero titular por un centrocampista defensivo es algo más que un simple cambio. José Mourinho contempla la posibilidad de juntar en la medular a futbolistas de toque. Salir a dominar partidos sumándolo a su habitual fútbol vertical. Ante el colista el pirata se reivindicó. Fue el comandante. Con licencia para mandar incluso en el lugar de Xabi Alonso.

Fue una primera parte fría. Desangelada. El líder quiso ganar al colista con la ley del mínimo esfuerzo y recibió un castigo inicial. Sólo Granero mostraba hambre de éxito. Disfrutando de un momento en el que Mourinho deposita en él su confianza tras meses de un ostracismo injustificado.

Un error de concentración de Marcelo en el saque rápido de una falta lo aprovechó Aranda, que sirvió el gol a Lafita.

El Real Madrid estaba obligado a reaccionar. En un momento bajo de Xabi Alonso, algo tocado físicamente por jugar todo, fue Granero quien peleó y construyó. Hizo el trabajo defensivo que habitualmente aportan figuras como Lassana Diarra o Khedira y le añadió además limpieza en la construcción. Faltaba que los de arriba se enchufaran.

Fue Kaká el que igualó el partido. Desaparecido hasta ese momento. Reapareció con un balón peinado que a punto estuvo de superar a Roberto y perdonando por un mal bote una clara ocasión desde el punto de penalti con todo a su favor. Se quitó la espina a los 32 minutos. Un pase entre líneas de Carvalho de larga distancia encontró la endeblez defensiva maña. El brasileño definió bien en el mano a mano.

Más de actitud en la reanudación fue suficiente para el Real Madrid. Un par de subidas de los laterales en un minuto mostraron el cambio de mentalidad. El resto lo hizo Özil y su magia. Regaló el tanto a Cristiano Ronaldo, que daba la vuelta al marcador en posición dudosa. Y marcó el tercero en una bella de jugada de equipo. Punto y final del partido en el minuto 56.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios