Algo más de 1.000 días transcurrieron desde que Francis Alonso se unió a Greensboro. Tras pasar por una Prep School en la Cushing Academy, el malagueño eligió la universidad de North Carolina entre un amplio abanico de ofertas. "Se enroló en un programa que no había tenido muchos éxitos en los anteriores años", comentaba su entrenador Wes Miller a este periódico este verano.

La llegada de Alonso a Greensboro benefició a ambas partes. Greensboro alcanzó dos títulos de la So-con, un subcampeonato del torneo de conferencia y el billete de esta temporada para la March Madness, donde estaba inédito desde 2001. Todo bajo la batuta del malagueño, que ascendió hasta ser denominado el mejor jugador de la So-Con en la NCAA.

Su rendimiento deportivo ha provocado un reconocimiento unánime fuera de las pistas. La afición spartan está encandilada con el talento del canterano del Unicaja, que guarda sus derechos en España, que también recibió felicitaciones estos días de alumnos célebres de la universidad como Kyle Hines o Ricky Hickman. El del CSKA incluso de fotografió con Paco Alonso, padre de Francis, cuando vino a Málaga en Euroliga. También está en el radar de Scariolo, que lo llamó en verano para Benahavís. No pudo acudir por compromisos con Greensboro, pero su nombre está apuntado.