La Inglaterra renovada del técnico interino Stuart Lancaster ganó la Copa Calcuta, en Edimburgo, una victoria propiciada más por los errores de Escocia que por sus propios aciertos.

Tras el fracaso que supuso para Inglaterra caer en los cuartos de final ante Francia en el Mundial de Nueva Zelanda del pasado otoño y, sobre todo, por la mala imagen de varios de sus jugadores fuera del terreno de juego, el quince de la rosa llega al Seis Naciones con un nuevo seleccionador, Lancaster, un nuevo capitán, Chris Robshaw, y jugadores antiguos repescados y otros nuevos o con pocas internacionalidades, como el caso de Robshaw.

La combinación funcionó a medias ayer tarde en Edimburgo, porque si bien los ingleses se llevaron la Copa Calcuta (6-13), que se disputan estas dos selecciones anualmente dentro del Seis Naciones, la forma de conseguirla no fue precisamente modélica, puesto que Escocia realizó un mejor juego y tuvo una mayor posesión durante la práctica totalidad del partido, pero cuya precipitación le jugó una mala pasada.

En el otro partido de ayer Francia se vengó en París (30-12) de la histórica derrota que sufrió hace un año ante Italia, la primera en el Seis Naciones, y aunque no brilló en su juego sí que sumó sus primeros puntos.

En el partido inaugural del Seis Naciones, el quince del gallo se llevó la Copa Garibaldi que se juegan anualmente ambos equipos.

Francia solo sufrió al comienzo de la primera parte cuando Italia llevó la iniciativa y atacó reiteradamente sobre el campo de los locales. Sin embargo, los franceses demostrarían pronto su superioridad tanto en la melé como en la línea de tres cuartos. En el minuto 23, los galos aprovecharon un auténtico agujero en la defensa rival para que Rougerie cruzara por primera vez la línea de marca transalpina y deshiciera el empate que figuraba en el marcador después de un golpe de Yachvili y un drop de Burton.

Dani Pedrosa completó un minucioso programa de pruebas con la 1.000cc en el circuito malayo de Sepang, donde marcó el tercer mejor tiempo y comentó que en estas primeras jornadas de entrenamiento ha podido experimentar las exigencias de la nueva moto.

"Los tests han ido bien y hemos podido probar bastantes cosas para ser el primer entrenamiento. Es evidente que la moto es más potente y es más dura físicamente, con lo cual, al final del tercer día, el cansancio es bastante normal", dijo.

Pedrosa indicó que "pilotar la 1.000cc es más duro. He tenido que fortalecer mis hombros, después de las lesiones que tuve el año pasado. He intentado tener una buena base física para poder cargar más".