Javi Gracia llegó a la sala de prensa muy enfadado y muy enfadado se fue. Estaba irritado por el arbitraje de Del Cerro Grande y no lo disimuló el navarro, ni en su semblante ni en sus palabras. "Nos pusimos por delante en el marcador y sus dos primeros goles han condicionado mucho el partido. Y esos dos goles vienen de una falta que no es y de un penalti que no es. No fue fácil sobreponerse a esos golpes. A partir de ahí, hablamos de lo que queráis", aseguró en su primera intervención.

A partir de ahí, el técnico blanquiazul insistió en el mal día del colegiado madrileño una y otra vez. "Para analizar un poco el partido, me gustaría ver el porqué, aun sabiendo que había cosas que podían pasar y que habían pasado. Ha ido el partido muy condicionado desde el principio. El Levante estaba muy necesitado y ha jugado sus bazas. Luego ha sido muy difícil darle la vuelta a esa situación", continuó el navarro.

Ya haciendo un examen propio, buscando autocrítica, no fue tan contundente con la mala imagen ofrecida por sus jugadores en la cancha del Ciutat de Valencia. "El rival tiene su estilo de juego. Usa bien el cuerpo a cuerpo, sabe sacar partido de las disputas y de determinadas jugadas. Y nosotros igual no andamos sobrados en cuanto a fortaleza física. Cuando hicimos el 0-1 estaba siendo un partido bastante igualado. A partir de su segundo gol hemos intentado mantenernos en el encuentro. El tercero nos ha puesto las cosas difíciles", resumió.

Ni siquiera los cambios le fueron bien al entrenador blanquiazul, que intentó mirar al futuro para evitar disgustos como el de anoche: "Los cambios han sido de perder más centro del campo buscando más llegada arriba y al llegar el cuarto el partido estaba finiquitado. Habrá sido de los peores partidos, por el resultado y porque el encuentro ha ido desarrollándose de tal manera que no lo hemos tenido fácil. Intentaremos estar en plenitud en nuestro próximo partido, que también será complicado ante el Espanyol".