Las cuentas están claras, si Julián Simón vence, será campeón del mundo independientemente de lo que sus perseguidores hagan. El piloto de Villacañas disfrutará en Australia de su segunda oportunidad de ser campeón, tras la caída sufrida en el Gran Premio de Portugal, cuando lideraba la carrera y era campeón virtual. Los únicos pilotos que todavía tienen opciones de impedir o retardar la coronación de Simón son el británico Bradley Smith o Nico Terol, ambos muy lejos del toledano.

En MotoGP, Rossi y Lorenzo escribirán este fin de semana un nuevo capítulo en el apretado pulso que mantienen por el campeonato del mundo, avivado tras la victoria del mallorquín hace dos semanas en Portugal.

Y es que tras su triunfo en Estoril, Lorenzo se ha situado a sólo 18 puntos de su compañero de equipo, que, cuarto, se quedó fuera del podio por primera vez en la cita lusa. Ahora, con 75 puntos todavía en juego, todo es posible, por lo que el circuito de Phillip Island será una vez más decisivo para ambos pilotos.

En el cuarto de litro, Aoyama se encuentra ante su primera oportunidad de proclamarse campeón del mundo. Que el nipón levantara el título en Australia sería una auténtica sorpresa ya que necesitaría ganar y que Bautista no puntuara, que Simoncelli quedara por debajo de la decimocuarta plaza y que Barberá no superara el tercer puesto.