El Atlético de Madrid dejó casi sentenciada la semifinal de la Copa del Rey contra el Racing de Santander en el partido de ida, en el que tomó rumbo a la final con pegada en ataque y cuatro goles de ventaja en el Vicente Calderón, dos de penalti, uno de ellos inexistente, ante un rival prácticamente inofensivo.

Es una renta muy cómoda, con un notable encuentro del argentino Kun Agüero y goles del portugués Simao Sabrosa, José Antonio Reyes y el uruguayo Diego Forlán, este último con dos penas máximas, para el duelo de vuelta de la próxima semana en El Sardinero, en teoría un trámite para el Atlético salvo hazaña del Racing de Santander.

Hoy, ni Quique Sánchez Flores ni Miguel Ángel Portugal reservaron nada. Era un partido tan importante para ambos equipos que no había sitio para los descansos, porque en juego estaba el billete para la final de Copa, un hecho histórico para los cántabros y una urgencia para los madrileños en su sequía más larga de títulos: 14 años.

Tuvo un arranque prometedor el Atlético. En nueve minutos y liderado por Kun Agüero no sólo dispuso de más ocasiones que en su último duelo contra el Málaga, una de ellas en el poste, sino que además tomó ventaja en el marcador en un pase perfecto del atacante argentino al empalme del portugués Simao en el segundo palo (1-0).

Asentado en la defensa y con detalles del portugués Tiago en el manejo del partido el Atlético se dejó dominar falsamente por un Racing que tenía más posesión de balón pero se mostraba inofensivo arriba, salvo algunos destellos de su joven estrella Canales. Antes del descanso Reyes puso el 2-0 que pesó como una losa y en la reanudación dos goles de penalti de Forlán, aunque el primero se lo inventó el árbitro porque la falta de Toni Moral a Jurado se produjo fuera del área, dejan la eliminatoria prácticamente resuelta para los madrileños que pueden salvar con la Copa su mala temporada.