El Real Madrid ventiló con sosiego el trámite antes de su inmersión en la Liga de Campeones, rentabilizó las penurias de un resignado rival, el Racing, y sumó su decimoctava victoria en diecinueve partidos para reposar a 13 puntos del Barcelona, que hoy recibe al Valencia.

En la antesala del retorno europeo, en víspera de empresas mayores como la que espera el martes en Moscú, el Real Madrid sacó adelante al tran-tran la visita del Racing, que agitó definitivamente la bandera blanca cuando a seis minutos del descanso se quedó con uno menos por la expulsión de Cisma. Hacer frente al líder con un jugador menos se advertía como un canto a la épica para un equipo sostenido por alfileres en la competición. Con un cambio de timón con la temporada empezada y centrado en arañar puntos de cualquier forma para amarrarse a Primera.

Eran demasiados contratiempos para el cuadro cántabro, que se encontró desde el minuto seis con desventaja en el marcador, después de que Ronaldo cerrara una acción dentro del área de Kaká. Fue el centrocampista brasileño, al lado de Özil y de Granero en el centro del campo, el que se desmarcó del sopor que alcanzó el encuentro a raíz del gol. Cada partido es un paso adelante para el sudamericano, que se toma cada minuto con una notable predisposición. Al talento sumó brega. Fue lo más aseado de la primera parte, decaída a excepción de los alardes de Kaká y de esporádicos latigazos, aislados, de Cristiano Ronaldo, de Benzema o el animoso Marcelo, de vuelta a su lateral, el izquierdo.

No fue la única novedad la de Marcelo en el once de José Mourinho. Varane se situó en el centro de la zaga y Sergio Ramos ocupó el lateral, que casi tenía olvidado, dadas las bajas de Arbeloa, por sanción, y Diarra, lesionado.

El Racing asumió el choque resignado. No se inmutó tras el gol inicial. Se mantuvo en pie. Durmió el partido a la espera de cualquier acción aislada. De una jugada a balón parado que tuviera premio para seguir sumando. Igual que en las últimas tres jornadas, en las que rascó igualadas ante Atlético, Levante y Valencia. Babacar, aislado en la punta, era el argumento de los visitantes. Su compatriota Diop, desde atrás, era la otra opción. El gol de Benzema, al filo del descanso, desarmó definitivamente al once de Juanjo González. El retorno de Di María alentó la segunda parte, trabada, con intermitencias (incluso un amago de apagón). El fideo dejó su impronta en la primera ocasión. Soltó un zapatazo desde el vértice del área y rubricó la sentencia. Benzema redondeó el choque al final, con un disparo que encontró en su trayecto la colaboración de un rival.

Real madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe (Carvalho, 76'), Varane, Marcelo, Xabi Alonso, Granero (Khedira, 71'), Özil (Di María, 61'), Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzema. RACING: Toño; Álvaro, Marc Torrejón, Bernardo, Cisma; Pape Diop; Gullón, Adrián (Christian Fernández, 43'), Arana, Acosta (Luque, 78'); y Babacar (Munitis, 70'). Goles: 1-0 (6') Cristiano. 2-0 (45') Benzema. 3-0 (74') Di María. 4-0 (90') Benzema. Árbitro: González González (castellano-leonés). Expulsó, por doble amarilla, a Cisma (39'). Amonestó a Álvaro, Sergio Ramos, Kaká y Carvalho. Incidencias: Encuentro de la trigésima jornada de Liga disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 70.000 espectadores.