Los jugadores, técnicos y dirigentes del Málaga CF celebran esta tarde el retorno del equipo a Primera División, tras dos temporadas en Segunda, por mar y tierra y siempre rodeado de miles de aficionados. Media docena de embarcaciones jábegas pasearon a los componentes del club por aguas de la Bahía de Málaga, dentro de uno de los actos organizados por el ascenso.

La plantilla y consejeros embarcaron en el club de botes y navegaron hacia el Puerto de Málaga en medio de una 'guerra' de agua entre las embarcaciones. Ya en tierra les esperaron dos autobuses descapotables, que dieron una vuelta por las principales calles de la ciudad costasoleña hasta desembocar en el Ayuntamiento.

En la casa consistorial, con la presencia del alcalde, Francisco De la Torre, ofrecieron desde el balcón principal a miles de aficionados congregados en el Paseo del Parque el ascenso a la máxima categoría.

El programada de actos incluye una ofrenda floral a la Virgen de la Victoria, patrona de la ciudad, y una cena oficial con las autoridades, futbolistas, entrenadores y consejeros, además de representantes de los medios de comunicación, en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento.

Los festejos por el ascenso a la Primera División, tras vencer ayer al CD Tenerife en la última jornada de Liga, se prolongaron anoche hasta la madrugada y recordaron a los vividos en la ciudad hace nueve años, cuando el equipo logró su anterior ascenso a la máxima categoría.

Los jugadores, empleados, miembros del Consejo de Administración y técnicos, después de asistir en dos microbuses con sus familiares a la Plaza de la Constitución, donde les esperaron miles de personas, se trasladaron a un restaurante cercano a Torremolinos (Málaga) para celebrar una cena privada, que comenzó a medianoche.

La cena se prolongó hasta las cuatro de la madrugada, aunque la fiesta continuó después en una discoteca de Puerto Marina, en Benalmádena, hasta el amanecer.