El Málaga regresará a Málaga con la alegría de vivir en puestos de UEFA, al menos, durante una semana. Pero tal registro no fue el único que los de Tapia rompieron ayer. Porque por fin en lo que va de temporada el conjunto blanquiazul pudo ganar fuera de Andalucía en el campeonato liguero, algo que no hacía desde mayo de 2008, cuando venció en Balaídos con Muñiz en el banquillo en busca del ascenso.

Ya en Primera, los feudos del Recre, el Sevilla y el Betis atestiguaron el triunfo malaguista, pero éste se resistía más allá de Despeñaperros. Ayer, sí cayeron los tres puntos para los de Tapia, aunque tuvieron que esperar al finiquito de Nacho para dejar de sufrir.

A esta estadística rota se sumó otra que databa desde hace casi 20 años. Ocurrió en el curso 1989-1990 cuando el ya extinto CD Málaga logró su última victoria en Pucela con un solitario 0-1. Desde entonces, tres derrotas y sendos empates componían el pobre bagaje malaguista en Valladolid.

No obstante, el Málaga no sólo sabe inutilizar registros. También sabe hacerlos valer, como el que dicta que ya acumula diez jornadas en las que sólo ha perdido un partido. En Pucela se prolongó la buena marcha del club de Martiricos, acostado en UEFA y verdadera sorpresa de la temporada en Primera.

Tapia vence otra vez

Se alargó la racha del Málaga y Tapia le volvió a ganar la partida a Mendilibar, que sufrió otra vez en sus carnes el influjo de su bestia negra. De los ocho duelos dirimidos por ambos, el de Baena se proclamó vencedor en seis, el de ayer incluido. Sólo cayó una vez, hace dos temporadas en Segunda cuando Tapia llevaba las riendas del Poli Ejido. Esa fue la única ocasión en la que el vasco terminó ganando, pero no se ha vuelto a repetir. Para más inri, el técnico vasco, su segundo técnico, Ángel Félix, y el médico del Valladolid acabaron expulsados. Una tarde aciaga para la escuadra pucelana.

Apoño, a por el ‘pichichi’

La tabla de goleadores indica que Baha es la principal arma ofensiva del Málaga, ya que suma ocho tantos. Desde ayer, ve cómo un compañero se le acerca peligrosamente en la consecución del pichichi blanquiazul: Apoño. Con su tanto de penalti, acumula ya siete dianas, de las cuales seis llegaron desde los 11 metros. Es una cifra destacable teniendo en cuenta que el palmillero ocupa el puesto de mediocentro, desde donde dirige el centro de operaciones del equipo malacitano.

Por contra, Baha finaliza otra jornada sin ver puerta. Tuvo el gol a punto en varias oportunidades, pero la fortuna y el acierto le dieron la espalda nuevamente al delantero franco-marroquí.