El regreso del Málaga a la Primera División ha destapado históricos precedentes, recuerdos de campos inaccesibles o rivales que siempre suelen caer ante los blanquiazules. Es imposible escarbar en la élite los antecedentes de los equipos que este domingo se miden en La Rosaleda porque no existen. Bajo la actual denominación, sólo subyace un choque. Todo lo demás es producto de enfrentamientos entre sus clubes predecesores en las categorías subsiguientes del fútbol español.

Para los anales de la Liga quedará el que iba a ser su primer duelo regional en Primera y acabó frustrado. Ocurrió en la campaña 79/80, cuando la Federación clausuró La Rosaleda con un partido de sanción por incidentes en un choque anterior contra el Rayo Vallecano. El Málaga, no conforme con esa decisión, hizo caso omiso arguyendo que la notificación del cierre llegó tarde, así que sus jugadores se plantaron a la hora y fecha del partido a jugar en Martiricos. Paralelamente, el Almería se vestía de corto en el estadio El Mirador, de Algeciras. La solución fue dar por perdido el partido al Málaga por 0-1, la quita de tres puntos de la Liga y una fuerte multa económica.

Como el conjunto blanquiazul, la actual UD Almería es la evolución de un equipo disgregado, la Agrupación Deportiva Almería (ante el cual se produjeron los precedentes del CD Málaga). Además, el actual conjunto nació de la fusión del Almería CF y el Polideportivo Almería.

Precisamente, en la campaña 97/98, en la que el Málaga logró su ascenso a Segunda, ambos conjuntos militaron en el Grupo IV con los blanquiazules (ambos choques acabaron en empate).

Lo más parecido al duelo que se dirimirá el domingo en Martiricos fue la famosa noche del 6 de enero de 2007, cuando los de Muñiz vencieron por 2-1 al Almería con un gol extemporáneo de Popo el día que debutaba.