La pretemporada es una época que invita más a las impresiones que a la conclusiones, por más que la continuación de malos resultados vierta dudas y provoque agoreras previsiones. Gustan detalles de este Málaga, especialmente de los nuevos detalles, pero ahora el principal diagnóstico del equipo se centra en la asimilación del sistema táctico, que ahora cuesta y duele como un corsé. Lo preveía Jesualdo Ferreira, sabedor de que el 1-4-3-3 no es fácil de aprender. Por eso la preocupación es la justa y necesaria, aunque con matices. Tras el octavo amistoso de pretemporada, el cuerpo técnico empieza a corroborar un problema: las buenas acciones en los entrenamientos no se extrapolan a los partidos.

"Cuando entrenamos vemos cosas muy buenas, vemos que los jugadores entienden lo que buscamos, pero eso nos falta en los partidos. Las cosas muy buenas no las estamos demostrando, y eso es lo que nos preocupa. Hay cosas que se corrigen en los entrenamientos y se hacen bien, pero en los partidos no. No sé si es por cuestiones de competición, pero no nos gusta y trataremos de corregirlo", fue el juicio de valor de Nuno Espirito Santo, voz autorizada del técnico para arrojar conclusiones después de los partidos.

A pesar de que la Liga está a la vuelta de la esquina, los miembros del cuerpo técnico están convencidos de que es mejorable. Sobre todo, porque son conscientes de que el dificultoso estilo de juego que defienden se tiene que instalar a medio y largo plazo. La falta de los jugadores lesionados (especialmente de Apoño y Duda, llamados a ser importantes en su esquema), la pérdida de varios internacionales a lo largo del trabajo veraniego y, sobremanera, la alta carga física a la que se está sometiendo a la plantilla están menguando la buena obtención de resultados. Ferreira y los suyos están convencidos de que a medida que baje la carga y aumente la chispa la traducción de las ideas propuestas será mucho más efectiva. "Pedimos comprensión a los aficionados", dijo al respecto Nuno tras caer en Los Cármenes.

De puertas para adentro, tras más de un mes de trabajo con el nuevo ideario futbolístico, en el vestuario son conscientes de las dificultades que entrañará asimilar al cien por cien las obligaciones y riesgos del 1-4-3-3, pero la consideran una apuesta ganadora. Además, creen que será muy bienvenida por la afición por el cambio de estilo tan importante que supondrá con respecto a la temporada pasada.

Los futbolistas de la primera plantilla reconocen que ahora mismo falta mucho entendimiento entre los miembros del equipo, ya no sólo por la llegada de los nuevos, sino por las nuevas exigencias tácticas y asumen el riesgo de que mientras no solidifiquen el sistema pueden llegar resultados complicados, sobre con el duro arranque liguero que espera (Valencia, Sevilla, Villarreal, Real Madrid).