El reportaje copa del rey

"Si no fuera por Manolo Rubia no hubiera triunfado en España"

  • El ex jugador del Caja de Ronda Joe Arlauckas, de visita en la Copa del Rey de Vitoria, recuerda con cariño su etapa de dos años en Málaga, especialmente al todavía delegado del equipo cajista

Forma parte de un quinteto histórico en el imaginario del baloncesto malagueño, el primero que jugó un play off por el título. Ramiro, Blanco, Arlauckas, Vecina y Brown y Pesquera en el banquillo llevaron al Caja de Ronda a cotas altas, a jugar por primera vez en Europa, los cimientos en los que quizá se asienta este gran Unicaja. Por Vitoria anda Joe Arlauckas (Rochester, Estados Unidos, 1965). Habitualmente, la ACB recluta para la Copa a jugadores históricos norteamericanos, en una especie de homenaje a los recuerdos. Ayer lucía sonrisa en la presentación de la zona lúdica de la Copa, después de una pachanga con otros históricos.

Fueron nueve años en España, dos en Málaga (1988/1990), a la que siempre tiene presente, especialmente a una persona. "Málaga es para mí Manolo Rubia [delegado del Unicaja, entonces ya en el cargo]. Siempre digo lo mismo. Si no fuera por él y su familia no hubiera triunfado estando en España tantos años. Vamos, que me hubiera ido a mi casa. Lo tengo bastante claro. Era un niño de 21 ó 22 años cuando llegué al Caja de Ronda y no tenía ni idea de dónde estaba, de lo que era la vida. Manolo, con su mujer, que estaba embarazada, me llevaba a cenar muchas noches, me enseñaba la ciudad y estaba todo el día conmigo. Aprendí mucho a su lado y, si no fuera por su familia y él, no estaría aquí. Tengo unas ganas tremendas de verle y darle un besazo", relataba Arlauckas antes de, ya por la tarde, darse un abrazo sentido con el delegado del Unicaja en el Buesa Arena.

"Teníamos un equipazo, sobre todo fuera de la cancha. Nos llevábamos muy bien en el vestuario. Era la clave de ese equipo. También entonces la gente empezaba a aficionarse por el baloncesto en Málaga y fue una época muy bonita. Empecé al final a hablar español. Ahora me dicen que la ciudad ha cambiado mucho y que está muy mejorada, pero siempre tendré un gran recuerdo. La verdad es que es muy bonito ver a mis dos primeros equipos en España entre los mejores de Europa. Entonces hubiera sido algo impensable", relata el norteamericano. Sus números en Málaga son demoledores. Jugó 78 partidos, con promedios de 21,5 puntos (brutal 61,9 por ciento en tiros de dos), 6,3 rebotes y 20,5 de valoración. Fue un trampolín para más tarde.

Arlauckas, pasados ya los 40, conserva un buen aspecto físico. Con más canas de las que ya esbozaba en su última etapa de jugador, eso sí, tiene una vida tranquila en Carolina del Sur. "No estoy mejor que hace 10 años, pero casi. Hago muchos cosas. Corro, hago pesas. Además, dirijo a niños de 14-15 años y también enseño técnica individual en el baloncesto. Algún día espero entrenar en la ACB. Si me llaman vendría rápido. Conozco el baloncesto y sé lo que pasa por la cabeza de un jugador. Ahí aprendí mucho de Zeljko Obradovic, sobre cómo tratar a los jugadores. No se puede tener a 12 ó 13 tíos contentos, pero Obradovic manejaba el vestuario como nadie".

El ala-pívot norteamericano jugó dos años en Málaga, adonde llegó procedente de Caserta tras una efímera aventura en los Sacramento Kings, tres en Vitoria y cuatro en el Real Madrid. Antes del inicio del torneo confesaba tener el corazón divido en tres partes. "Un 33 por ciento para cada uno. Soy un aficionado. Espero que gane alguno de ellos la competición. Fue la única, por cierto, que no gané como jugador en España. Me quedó esa espina clavada", dice el jugador, que llegó a ser MVP del torneo en la temporada 1992/1993 pese a no disputar la final del mismo. Un caso único.

Arlauckas, al fin, reflexiona sobre los cambios en el baloncesto europeo. "Todos los equipos de los que me fui empezaron a ganar títulos. Me pasó con el Unicaja y con el Tau. Con el Madrid, es cierto, sí gané la última Euroliga. Antes de jugar allí no es que lo odiara, pero siempre era de este tipo de persona que prefiere ganar con un equipo que no es favorito. Me hubiera gustado muchísimo ganar títulos en Málaga y Vitoria. Antes sólo era Madrid y Barcelona. Ahora, afortunadamente, todo ha cambiado y varios equipos pueden ganar. En el fondo siempre estaba celoso con el Madrid. Siempre tenían la mejor plantilla y eran los favoritos. Mis hijos son muy hinchas del Real Madrid de fútbol. Lo siguen todos los partidos. Por ellos sé que van líderes y que le sacan seis puntos al Barcelona".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios