Olimpismo

Manual de seducción

  • Las numerosas personalidades presentes en Copenhague intentan persuadir a los miembros del COI · En el comité olímpico conviven desde nobles a atletas africanos

Que los políticos no sirven para nada debe ser una de las frases más repetidas de la historia, pero a nadie se le ocurre pronunciarla en Copenhague, donde figuras como Barack Obama, José Luis Rodríguez Zapatero y Luiz Inacio Lula da Silva sirven, y mucho.

Chicago, Madrid y Río de Janeiro los utilizarán para arañar votos en el último instante en la lucha por ser sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Lo mismo hará Tokio con su flamante primer ministro, Yukio Hatoyama, de lejos el menos conocido de un grupo que incluye al rey de España.

¿Sirven los políticos para ganar los Juegos? Sí, siempre que huyan de la soberbia y sigan el manual de instrucciones para seducir miembros del COI, un organismo a veces inescrutable en el que conviven desde el Gran Duque de Luxemburgo a humildes atletas africanos.

Los políticos pueden ser como Tony Blair o Vladimir Putin, dos hombres clave para que Londres ganara los Juegos de verano de 2012 y Sochi los de invierno de 2014. O pueden ser como Jacques Chirac, que en 2005 llegó en el último momento a Singapur, demasiado embebido en grandeur francesa como para permitirse seducir. París lo pagó caro.

"En Singapur yo voté por Madrid, y estaba decidido hacerlo por París si Madrid no seguía adelante. Pero cuando llegó el momento me dije, 'mira, vamos a votar por Londres'. Y Londres ganó por una muy escasa diferencia", relató un miembro del comité ejecutivo del COI. Mérito de Blair, que supo ganarse el corazón de ése y varios otros miembros del COI.

"Dos semanas y media antes de la elección recibí en mi oficina una llamada de Downing Street y me dijeron que Blair quería hablar conmigo", continuó el influyente integrante del COI. "En la reunión estaba también Sebastian Coe. Blair habló conmigo durante 45 minutos. Hablamos de todo, de nuestros países, de historia, me contó cuáles fueron sus decisiones más difíciles como primer ministro... Casi ni mencionamos los Juegos".

Blair, dotado de un poder de seducción natural, apuntó directamente a una de las claves de las elecciones olímpicas: el segundo voto. "Lo importante en este ejercicio de convicción no es cambiar la preferencia que uno tiene, sino asegurarse la segunda preferencia en caso de que tu ciudad favorita haya caído en la primera ronda", explicó el dirigente seducido por Blair.

Otra clave pasa por seducir a los miembros del COI desde adentro, utilizando la persuasión de uno de los suyos: el británico Craig Reedle lo hizo en forma impecable para Londres 2012.

"La de Reedle fue una labor enorme", dijo Mercedes Coghen, jefa de la candidatura de Madrid, que admite haber viajado mil kilómetros para lograr apenas un apretón de manos de uno de esos codiciados 106 miembros.

Obama, que estará mañana escasas cinco horas en tierras danesas, es la gran figura, el personaje que brilla con luz propia. Ni siquiera Juan Antonio Samaranch (hijo), que desde dentro del COI hace "de Reedle" para Madrid, puede resistirse al influjo del jefe de Estado norteamericano.

"Si me dicen si quiero tomar un café con el presidente Obama, yo iré encantado, y llevaré una máquina para que me hagan una foto. Es un hombre increíble, el personaje del momento. Los miembros del COI somos seres humanos impresionables como todos los demás", dijo Samaranch antes de marcar los límites. "Otra cosa es que vayas a votar por Chicago por haber tomado un café con el presidente de los Estados Unidos...".

Pero los presidentes influyen. Por eso Lula ya está en Copenhague tras enterarse de la decisión de último momento de Obama. "Río fue la que mejor trabajó, y Chicago la que menos campaña hizo", señaló otro miembro del comité ejecutivo del COI, que plantea la primera ronda de votación como el momento clave en la decisión del viernes.

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