Lo del fortín no es sólo uno de los tópicos estrellas del fútbol, también una gran excusa para explicar los cambios de intensidad de un equipo en su casa y a domicilio. Aunque en el caso del Málaga, se trata de una realidad impepinable. El equipo de Manuel Pellegrini está consiguiendo que sus partidos en La Rosaleda le tengan actualmente en puesto europeo pese a su desastrosa estadística de visita. Ocho victorias en doce partidos tienen la culpa. A falta de disputar aquí siete más, ya ha logrado más victorias que en toda la temporada pasada. Se dice pronto.

La Liga de los locales tendría al equipo en la tercera plaza, por detrás de Real Madrid y Barcelona, el primero en la clasificación de los equipos más mundanos. Suman 26 de 36 puntos, cuando en todo el curso anterior hicieron 24 de 57, menos de la mitad. Y, salvo el empate de un Osasuna que sólo chutó a puerta una vez (1-1), los demás resultados no se pueden considerar precisamente deslices: igualada con el Atlético de Madrid (0-0) y derrotas frente al Real Madrid (0-4) y el Barcelona (1-4).

Obviamente, las cifras invitan a cotejar los mejores registros de la historia blanquiazul. En clave contemporánea, Joaquín Peiró y Juande Ramos siguen manteniendo el listón en los diez triunfos. El calendario invita a pensar en que Pellegrini puede firmar un récord para los anales. Quedan por desfilar por La Rosaleda Valencia, Levante, Rayo, Betis, Real Sociedad, Racing y Sporting. A priori, tres triunfos más no parecen muy complicados.

Más complicado se presenta mejorar el listón del CD Málaga, fijado en la temporada 74/75 en una docena. Con el añadido de que se logró sobre 17 triunfos, en la época de 18 equipos en Primera. Por el camino hay otros a tiro: el de la 73/74 y el de la 50/51, fijados en once. Claro que también este último podría ser el dato a batir, pues esos once triunfos llegaron en 15 duelos.

El nuevo registro del Ingeniero se produce en la misma jornada en que su polémico sustituto en el Real Madrid, Jose Mourinho, igualó la racha del chileno de nueve victorias consecutivas a domicilio en Liga, tope histórico de la entidad blanca.