El fútbol le debe una al Getafe. El 11 de abril de 2008 es una fecha que siempre irá ligada a la historia del conjunto azulino. Ese día el equipo entrenado por el delineante Laudrup puso entre las cuerdas al Bayern de Múnich, uno de los gigantes del balompié europeo. En aquella eliminatoria, la política de gestión y de fichajes emprendida por Ángel Torres, su presidente, se granjeó la admiración del fútbol patrio. El Getafe se había colado en la élite después de rehacerse, como cada año, a sí mismo. Antes ya lo habían tenido que hacer Quique Sánchez Flores y Schuster, grandes ex futbolistas que se consagraron como técnicos en el banquillo del Getafe.

Este año el encargado de capitanear la nave blanquiazul es Víctor Muñoz, un entrenador que conoce a la perfección el fútbol español. La meta vuelve a ser la permanencia, pero el Getafe no le cierra la puerta a la posibilidad de volver a ser, una vez más, el equipo revelación del campeonato.

sin balón

Después de unas temporadas en las que el balón era la esencia del juego azulón, sobre todo en las épocas de Schuster y de Laudrup, Víctor Muñoz ha girado la filosofía del equipo. Menos plástico que en otros años, el técnico zaragozano trata de imprimir a su equipo una imagen más aguerrida -su filosofía de juego llegó a crear ciertos recelos en el inicio de la temporada- en la que la presión juega un papel fundamental.

con balón

Celestini y Casquero son los verdaderos cerebros del equipo. Futbolistas experimentados donde los haya, son capaces de imprimirle al juego el ritmo que necesita o, en su defecto, pausarlo si el resultado así lo requiere. En las bandas, Granero, impresionante su futuro, y Gavilán, aliviado tras su etapa en el Valencia, llevarán parte del peligro ofensivo del equipo. Arriba, Víctor Muñoz cuenta con un potencial ofensivo enorme, aunque, a priori, Uche y Albín se antojan hoy titulares. Soldado y Kepa, que a última hora desestimó fichar por el Málaga, tendrán que esperar una oportunidad en el banquillo.

lo mejor

A pesar de que el Getafe ha virado hacia un juego menos preciosista, es un equipo que juega sin ningún complejo. En verano incorporó a seis jugadores de garantías (Ibrahim, Rafa, Adrián, Guerrón, Polanski y Soldado) con un gran futuro futbolístico. Dentro de la homogeneidad de sus líneas, sobresale el talento de Casquero, máximo goleador del equipo.

lo peor

Curiosamente, el equipo de Víctor Muñoz todavía no ha sido capaz de ganar en el Alfonso Pérez, donde perdió con el Atlético de Madrid y empató con el Betis y el Almería. Lejos de Madrid, el equipo se está mostrando más seguro y ya ha vencido al Sporting y al Athletic. La bisoñez de algunos de sus jugadores y el hecho de contar con una plantilla reducida en efectivos son las principales máculas que empañan la confección de la plantilla para esta temporada.