No corren buenos tiempos en el Unicaja. La preocupación se ha instalado con firmeza después de dos semanas negras en las que el equipo ha mutado sorprendentemente. El mazazo que supuso la canasta del madridista Mirotic el pasado 19 de enero ha desencadenado una secuencia negativa que lleva a los de Chus Mateo a atravesar un momento crítico. Cinco derrotas consecutivas desde entonces. Y lo que quizá es peor, una versión hasta ahora desconocida del bravo y sólido conjunto cajista.

El Unicaja se ha diluido cual azucarillo. Ni siquiera las incorporaciones de Darden y Freeland en los últimos días han servido para taponar la sangría. La desventaja media en las cuatro últimas derrotas (Manresa, Bilbao, Las Palmas y Montepaschi) es de 16.75 puntos y su tope anotador en este tramo son los 68 tantos anotados frente al Assignia y el Montepaschi.

El último tropiezo, ante el campeón italiano, significó el adiós virtual a Europa. Aún restan tres jornadas del Top 16 pero sólo una proeza evitará que la aventura europea del Unicaja vuelva a quedarse a las puertas del play off. En palabras de Chus Mateo, toca reaccionar, "seguir fuertes" y no venirse "abajo". Quedan objetivos por alcanzar y a ese horizonte apela el grupo para levantarse de la lona y reencontrarse con las buenas sensaciones del inicio. Fuera de Europa, el Unicaja encuentra en la inminente Copa del Rey una razón para redimirse. 13 días para olvidar la mala racha y comparecer en Barcelona en óptimas condiciones. El objetivo es Barcelona.

hoja de ruta

El camino hasta el torneo copero presenta tres pruebas en las que testar los progresos, dos en la Liga Endesa y una en la Euroliga. La primera oportunidad será mañana y la ocasión se presenta ideal para reencontrarse con el triunfo dos semanas después. Visita el Martín Carpena el Blusens Monbus, antepenúltimo clasificado de la Liga y uno de los pocos equipos con peor racha que los malagueños (ha perdido sus seis últimos partidos). La victoria es obligatoria, pues el miércoles hay que viajar a Siena para volver a medirse al equipo que pasó como un rodillo por Málaga el pasado jueves. Partido duro y muy exigente a nivel físico que precisará de la mejor versión cajista si se quiere optar al triunfo. Para rematar la preparación copera, espera el próximo sábado Valladolid, casa del actual colista de la Liga Endesa. Otro buen rival para recobrar el ánimo. A partir de ahí, cinco días para preparar específicamente el duelo de cuartos de final con el Banca Cívica.

terapia

En este tramo, Chus Mateo y su cuerpo técnico deben recuperar a un grupo tocado físicamente. Las lesiones desajustaron los biorritmos. Algunos tuvieron que soportar más minutos de lo aconsejable y ahora están con el depósito a cero, más aún después de una pretemporada especialmente exigente, mientras otros acaban de recuperarse de sus lesiones y necesitan adquirir ritmo de competición. Hay que hilar fino, y no sólo en lo físico. Anímicamente, el equipo ha perdido la entereza y la seguridad que mostró a principios de temporada. Mente y físico van de la mano. Y ganar al menos los dos partidos ACB que hay hasta la Copa ayudará mucho a mejorar la autoestima. Cuenta Mateo en su terapia con la ventaja de disponer al fin de todo sus hombres, aunque está ahora ante un nuevo problema: establecer de nuevo los roles que tan bien funcionaron en los primeros meses. Con la nacionalización de Lima, la recuperación de Payne y el inminente pasaporte albanés de Gerald Fitch, habrá trece jugadores disponibles, pero ¿están realmente todos en condiciones de ayudar?

se busca a fitch y 'sina'

La trayectoria en los últimos partidos señala negativamente a dos nombres por encima del resto: Gerald Fitch y Nedzad Sinanovic. Al escolta se le cuentan buenas actuaciones esta temporada con los dedos de una mano. Su importancia en el tramo final de la campaña pasada fue capital, pero hasta ahora ha sido incapaz de mostrar con continuidad esa curva de rendimiento. Su peso en el juego del equipo es enorme. Si no juega bien, lo paga el equipo. Y su acierto en el tiro exterior resulta indispensable. En cuanto al pívot, anda perdido desde que se entablaron conversaciones para renovar su contrato. Tras un esperanzador inicio de curso se apagó y no se ha vuelto a saber más de él. El equipo echa en falta en momentos puntuales sus centímetros, su capacidad de intimidación, sus rebotes, su amenaza ofensiva bajo los aros. Recuperar a ambos otorgaría un plus importantísimo en la Copa del Rey. Un anotador que desatasque partidos trabados y un gigante que cambie el sino de los partidos.