El viaje de regreso de Estambul no fue especialmente triste por la derrota ante el Efes Pilsen. En el seno del club entraba dentro de lo previsible, por la situación de uno y otro equipo y por la escasez de efectivos en el bando cajista. Por ello, el principal tema de conversación giró en torno al encuentro de mañana ante el Real Madrid, donde de nuevo volverán a estar en juego muchas de las opciones coperas de los malagueños, y al estado de salud de Germán Gabriel y Marcus Haislip.

Ambos se quedaron en Málaga realizando un trabajo de recuperación de sus respectivas lesiones, un esguince de rodilla y una rotura de la unión miofacial del músculo adductor corto del muslo derecho respectivamente, y hoy probarán sensaciones con el grupo para determinar su evolución y las opciones reales que tienen de jugar mañana.

La mejora de ambos en los últimos días ha sido importante y los servicios médicos del club confían en que puedan estar a disposición de Sergio Scariolo. El italiano lo agradecerá después de haber tenido que hacer encaje de bolillos para completar la rotación en los últimos partidos. Y el equipo también.