Copa del rey

Optimismo mesurado

  • La plantilla del Unicaja se presenta con buenas sensaciones en la semana clave y con el mensaje claro de que sólo importante el primer partido.

Ahora sí, ya hay permiso y obligación de pensar sólo en la Copa del Rey. La subasta de gloria instantánea que es la competición que mejor proyecta las bondades de la ACB tiene la vista puesta en Las Palmas, en el Gran Canaria Arena, donde este jueves se alza el balón al aire. Y nadie a 17 de febrero ha ganado más partidos en la Liga que el Unicaja. El optimismo y la mesura están en el mismo plato del que come el equipo malagueño. La confianza de ganar mucho en España y la precaución del precedente ante el CAI del año pasado, cuando ser cabeza de serie en casa no valió para nada.

La plantilla cajista volvió al tajo ayer por la tarde. Tras una sesión de vídeo para desmenuzar al Bilbao Básket llegó el turno de la atención a los medios previo a la gran cita. Una treintena de periodistas, llamadas telefónicas de los medios vizcaínos y nacionales. Málaga Hoy pulsó el sentir del vestuario cajista antes de la gran cita.

"El que dice que no hay favorito tiene razón. Podemos decir por nuestra propia experiencia que aquí uno que llega octavo puede ganar la Copa del Rey como ocurrió en su momento con Unicaja, es lo bonito de este torneo y por eso tiene tanta repercusión, pueden ocurrir muchas sorpresas", contextualiza Carlos Suárez, que ganó en 2012 la Copa con el Real Madrid. "Ir líder da confianza pero esto es otra competición, muy especial. Con tres partidos que puedes jugar y cada partido es una final", incide Stefan Markovic, que en 2013 jugó la final con el Valencia Básket ante el Barcelona.

"Nunca nadie es favorito para la Copa, se ha demostrado un millón de veces que equipos que llegan como favoritos caen en el primer partido o equipos que se meten últimos, como el Unicaja que ganó la Copa del Rey, metiéndose en la última jornada, pero al final llega en un momento que lo gana", recuerda Germán Gabriel, al que se le resistió la foto de la Copa de 2005 o la Liga de 2006. Está preparado para ponerse en esta, pero él mejor que nadie sabe lo complicado que será medirse al Bilbao Básket, con el que ha entrenado hasta hace menos de un mes cada día.

Cuestionado sobre si el precedente, esa derrota ante el CAI en cuartos, del año pasado puede influir en los jugadores que estaban, Ryan Toolson admite que "puede ser un poco de motivación para mí y para los demás jugadores que estaban. Pero así es la Copa, es algo delicado y especial a la vez. Estamos en un campo neutral en frente de un montón de aficionados y será algo muy divertido", dice el norteamericano. Desde el otro bando estuvo Jon Stefansson, entonces en el CAI. "Es un ejemplo de lo qu es la Copa, en un partido cualquier equipo puede ganar cualquier día. Por eso no hay equipos favoritos, es un torneo muy especial y muy bonito".

El Unicaja llega sin una figura definida, un jugador especialmente determinante. Es parte de la filosofía de Joan Plaza, que quiere hacer a su bloque imprevisible. Y ello va calando en el vestuario. Los jugadores creen que la fortaleza del bloque puede valer para ir ganando partidos. "Para los equipos rivales debe ser complicado hacernos scout. Todos tienen grandes jugadores, pero en nosotros no te puedes centrar en qué jugador te puede hacer daño. Cada partido uno distinto somos el más peligroso", decía Vladimir Golubovic tras su asombroso primer cuarto en San Sebastián, cuando anotó 14 puntos de entrada. En la misma línea incide Kuzminskas, el hombre que el año pasado más descolló en la derrota ante el CAI: "Cuando jugamos contra un equipo con una estrella es más fácil centrarse en ella, aunque sea muy bueno, para parar el funcionamiento. Los 12 que estamos somos buenos jugadores, tenemos experiencia, jugamos en Euroliga, en ACB. Desde el primero hasta el último podemos aportar, podemos jugar un ritmo alto en defensa y hacer cambios sin que el equipo baje el nivel".

El lituano resume quizá mejor que nadie el sentir del vestuario. "El año pasado todo el mundo esperaba que llegáramos más lejos, a la final... Quizá nosotros pensamos demasiado sobre las semifinales y la final y menos sobre los cuartos de final y ahí perdimos Esa lección la tenemos aprendida y sólo pensamos contra Bilbao. Nada más", dice Kuzminskas. "Jugamos bien, estamos con confianza para hacer las cosas bien en la Copa como en el resto de la temporada", remata el tímido Caleb Green, que el año pasado ganó la Copa de Italia con el Dinamo Sassari.

Nadie alza la voz, el mensaje es medido, hay consignas claras. El "partido a partido" puesto de moda por Simeone, aunque Plaza ya recordaba la semana pasada que se decía en los tiempos de Helenio Herrera, es el credo de los equipos de este tiempo. Partido a partido se llega a Roma. Y a Las Palmas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios