La dinastía de New England Patriots espera ampliar su vitrina de trofeos el domingo en la Super Bowl, ante Filadelfia Eagles, y, una vez más, todos los focos estarán dirigidos hacia Tom Brady y Bill Belichick, los dos hombres que más alegrías le han dado al equipo de Boston.

La franquicia busca la sexta corona de su historia ante los Philadelphia Eagles. Y las cinco anteriores (2001, 2003, 2004, 2014 y 2016) llegaron con Brady de quarterback y Belichick en la pizarra, probablemente la dupla más extraordinaria de la historia.

A sus 40 años, Brady sigue siendo un general en el terreno. El líder que ha hecho lo que nadie antes ha logrado. Irá a su octava Super Bowl como el quarterback titular, cifra inédita para cualquier jugador de la liga. Ningún futbolista de cualquier otra posición ha jugado siete y apenas uno lo ha hecho seis, el defensor suplente Mike Lodish.

Si las cifras de Brady son impresionantes, las de Belichick no son menos. El técnico, el único con cinco títulos, disputará su octava final, un récord. Nadie ha dirigido en siete Super Bowls y sólo Don Shula estuvo al frente en seis finales. Antes de los Patriots, Belichik cosechó dos coronas como técnico asistente de los Giants: si vuelve a ganar el domingo, será la única persona en el planeta con ocho anillos en la NFL.

Ni los escándalos de los balones desinflados o de espionaje a otros equipos en los que han estado involucrados los Patriots pueden ensombrecer la figura de Belichick, quien ha tenido que hacer malabares con el constante cambio de piezas de la franquicia.