La corriente de encendida empatía que se ha generado esta semana con el club no pasa de largo por el vestuario blanquiazul, que sueña con ver un estadio lleno como ya sucediera en el V Partido contra la Pobreza entre los Amigos de Zidane y de Ronaldo o en el amistoso entre España y Francia. Paulo Jorge, que ya ha vivido ese tipo de experiencia en el estadio de La Luz con el Benfica, recalcó ayer la importancia de la afición en este tipo de partidos: "Es motivante jugar en un estadio lleno. En Málaga, sin ir más lejos, me acuerdo del partido ante el Racing de Ferrol, en el que el papel de la afición fue decisivo para lograr la remontada. Pitar no sirve de nada", aseguró el luso, que no sabe si jugará este domingo: "Las cosas no están claras. Vamos a ver, pero lo importante es que el que juegue lo haga bien. Ahora debemos estar muy unidos. No creo que el resultado sea definitivo, pero a nosotros sólo nos vale ganar".

El portugués aseguró que nada está decidido y que todavía el campeonato puede deparar algunas sorpresas: "¿Quién me dice que el Numancia va a ser el primero o que va a ascender?".

Por su parte, el navarro Ion Erice, que apenas está contando con oportunidades desde que llegara al Málaga en el mercado invernal de fichajes, minimizó la importancia de su situación personal en el equipo a favor del beneficio grupal: "No es momento de pensar en uno mismo. El equipo está arriba y a mí no me queda otra que trabajar y esperar la oportunidad. Yo trabajo para que mi situación cambie, pero es el técnico el que decide", dijo el jugador cedido por Osasuna hasta el final de temporada.