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Pensando en la ACB

  • Truncado El Unicaja pierde el liderato tras perder en Estambul y ver rota una racha de cinco triunfos en Europa Superado Los cajistas maquillaron en el tramo final una derrota que llegó a ser por 25 puntos

Hay veces que se cumple el dicho "lo que mal empieza mal acaba". Y es que no inició de la mejor manera el Unicaja su aventura en Estambul. Nada más aterrizar en la ciudad turca, debió retrasar su desplazamiento al hotel al no aparecer el baúl en el que se transportan las equipaciones y el material de los fisioterapeutas y llegó al hotel pasadas las doce de la noche sin Boniface Ndong, que llegó media hora después, tras ser retenido por la policía turca por unos problemas con su visado. Un mal presagio de lo que sucedió 20 horas después en el Abdi Ipeckçi.

Lo que aconteció fue una derrota contundente ante un Efes Pilsen que ponía en juego mucho, muchísimo más. Los turcos se jugaban media vida en la Euroliga y los malagueños sólo luchaban por consolidar su liderato. Sobrevivir frente a calidad de vida. Eso siempre pesa en el subsconciente y mucho más cuando ahora mismo el pan cajista debe ganarse en la Liga ACB, donde el sábado aguarda el Real Madrid. Por eso se sacrificó a Germán Gabriel en Fuenlabrada y por eso se quedó en Málaga junto a un Marcus Haislip que evoluciona entre algodones.

En Estambul, el Unicaja vio rota una racha de cinco victorias seguidas en Europa y cuatro entre el torneo continental y el doméstico, además de alimentar la leyenda negra del Efes (nunca le ganado en las cinco ocasiones en las que se han enfrentado). Pero las consecuencias son mínimas. Faltan por sumar dos triunfos en la segunda vuelta para certificar el pase al Top 16. Y se juegan cuatro partidos en Málaga.

El equipo cajista sólo albergó esperanzas durante los primeros siete minutos de partido, cuando fue capaz de responder con argumentos al estilo desenfadado del Efes Pilsen. Se sentía entonces más o menos cómodo, pero bastó un sprint del conjunto turco para que aparecieran las incomodidades. Un enorme Santiago (15 puntos en el primer cuarto) se apoderaba del juego interior y mantenía a los malagueños, pero no fue suficiente. El menudo Scoonie Penn se puso en cabeza, imprimió una velocidad más (triple y contraataque) y devolvió la iniciativa a los suyos (28-21).

El Unicaja perdió el rebufo y los minutos comenzaron a caer de manera vertiginiosa. Las piernas pesaban demasiado y los norteamericanos del Efes, cual keniatas, aprovecharon la coyuntura para volver a cambiar de ritmo. Wright tomó el relevo y el ex Tau Erden Arslan dio el golpe definitivo. Anotó siete puntos de manera consecutiva y puso la máxima diferencia (46-26) antes de que el Unicaja reaccionara tímidamente (51-36) antes del descanso de la mano de Kus y Santiago.

Pero los locales no cedieron y mostraron sus intenciones tras el descanso con un 8-0 de salida. Necesitado (59-36), Scariolo refugió a los suyos en una zona que sirvió para contener la euforia turca y evitar la deshonra. Lo consiguió y fue lo único destacable del equipo malagueño en la segunda mitad junto al desparpajo mostrado por Chylinski. Se rebajaron los 25 de desventaja que llegó a reflejar el marcador y se maquilló una derrota clara, pero poco hiriente. La cabeza estaba en otro sitio.

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