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Primero Cesc y luego Messi

Con Messi convaleciente de una gripe observando desde el banquillo, Cesc se disfrazó del crack de Rosario para rendirle una especie de homenaje en la primera mitad y encarrilar la victoria del Barcelona ante Osasuna, que el propio Messi completaría, con otros dos tantos, en la última media hora.

Partiendo de esa posición de falso nueve que tanto le gusta a la Pulga, cayendo a la banda, bajando a recibir entre líneas o permutando funciones con sus compañeros de ataque, Fábregas puso en jaque al conjunto navarro, al que fulminó con dos zarpazos en apenas 18 minutos.

Dos grandes definiciones del de Arenys de Mar -la segunda, una espectacular vaselina sobre la salida de Riesgo- acabaron con la resistencia de un Osasuna muy serio y ordenado hasta que el Barca abrió la lata.

Ambos goles llegaron tras sendas asistencias de Xavi, genialmente lúcido, magistralmente clarividente, imperial una vez más la hora de marcar los tiempos y los espacios.

El que ha sido recientemente nombrado mejor constructor de juego del mundo por cuarto año consecutivo, pudo ampliar la cuenta en esta primera parte. Como Pedro, Alves, Thiago o hasta Puyol, a quien un error de la zaga rojilla dejó solo frente a Riesgo. De hecho, a Osasuna, invadido por el desconcierto tras el 2-0, le pudieron caer media docena antes de llegar al descanso.

Pero los navarros mejoraron tras la reanudación. Salieron a presionar más arriba, estiraron el campo y, aunque sin poner en aprietos a Pinto, lograron llegar con cierto peligro al área azulgrana, gracias a la velocidad de un insistente Cejudo.

El Barca se había atascado en ataque y Guardiola llamó a Messi para sustituir a Pedro y jugar la última media hora. Hasta el mismísimo Cesc, el falso Messi de la noche, dio un paso atrás para ceder todo el protagonismo al dorsal 10 del Barca.

Casi en el primer balón que tocó, el astro argentino trazó una de sus carreras eléctricas y zigzagueantes, tiró la pared con Daniel Alves y cruzó demasiado sobre la salida de Riesgo. El Camp Nou casi se vino abajo. Poco después el tobillo de Cejudo, el atacante más activo de los visitantes, dijo basta y tuvo que ser sustituido por Lamah.

Messi cabecearía el tercero a falta de veinte minutos para el final y haría el cuarto en el tiempo añadido tras rematar la tercera asistencia de un magistral Xavi. Un disparo desviado de Lamah y un inocente falta lanzada por Nekounam fueron los últimos cartuchos visitantes.

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