Fin al eterno capítulo Giorgos Printezis. El griego regresa a su país para jugar el play off por el título en el equipo de su vida, el Olympiacos, en el que militó durante ocho temporadas antes de venir a Málaga. Y es que, al fin, el Unicaja llegó en la mañana de ayer a un acuerdo con su agente, Giorgos Dimitropoulos, para extinguir la relación contractual que unía a ambas partes por lo que quedaba de esta temporada más la siguiente.

Es el desenlace lógico a una situación enquistada desde hace varias semanas por cuestiones puramente económicas. El Unicaja no contaba con él desde hacía tiempo y el ala-pívot quería marcharse para poder volver a jugar al baloncesto. Pero ninguna de las partes estaba dispuesta a ceder y la situación se prolongó hasta casi el pitido final (ayer a las 15:00, hora española, expiraba el plazo para que los equipos de la liga helena pudiesen inscribir a jugadores de cara al play off). Tras varios días sin contactos, club y agente retomaron las negociaciones en la tarde-noche del martes y dieron forma definitiva al acuerdo durante la mañana de ayer. Se envió toda la documentación necesaria a la federación griega para que el jugador pudiese jugar el play off dentro del plazo y a las 19:00 se recibió en Los Guindos el ok definitivo.

Desde la entidad cajista se evita hacer público los términos económicos del acuerdo pero según ha podido saber este periódico la indemnización podría haber rondado los 900.000 euros, casi tres cuartas partes de lo que le quedaba por percibir y prácticamente la misma cantidad de la última oferta que se le presentó. Printezis sólo tiene asegurado contrato hasta el final de la temporada, aunque el Olympiacos le ha garantizado que le ofrecerá al final de la misma un año más.

El jugador se despidió ayer de la plantilla malagueña y esta mañana parte a primera hora hacia Atenas. Regresa a casa con el objetivo de demostrar que sigue siendo válido tras un año y medio en el que su caché como jugador ha bajado una barbaridad. Llegó en el verano de 2009 con sueldo de estrella y como uno de los pilares del segundo proyecto que Aíto García Reneses emprendía en Málaga. Su fichaje fue aplaudido. Jugador prometedor que podría encontrar en Málaga el hueco del que no disponía en El Pireo para terminar de explotar. Pero su rendimiento ha sido decepcionante. Tras un buen inicio y una grave lesión, fue apagándose y perdiendo confianza hasta desaparecer de las rotaciones con Aíto y ser definitivamente apartado con Chus Mateo. Su comportamiento y profesionalidad es destacada por los que han trabajado con él en el día a día, pero sus números no han sido equivalentes a su supuesto rol protagonista. Ha jugado 78 partidos como cajista (52 de ACB y 26 de Euroliga) con 8.5 puntos, 3 rebotes y 7.2 de valoración por partido, unos guarismos que han empeorado notablemente esta temporada.

Su salida, sin ser una operación rentable, alivia el presupuesto de cara a la configuración de la plantilla de la próxima temporada, para la que ya se ha decidido contratar al ala-pívot croata Luka Zoric.