"Si hay algo en lo que no nos hemos equivocado en 30 años está claro que es en la elección de los entrenadores. Eso está clarísimo. Todos somos buenísimos. En entrenadores no nos hemos equivocado nunca.

Ahora se cuestiona que si los entrenadores deben inmiscuirse en las cosas del club. ¿Cómo un entrenador no se va a preocupar por las cosas del club? Es lo lógico, es normal que quiera tener el mejor equipo, los mejores jugadores, la mejor infraestructura y los mejores técnicos a su alrededor.

Los entrenadores tienen un enorme problema, que es la tremenda soledad que sienten cuando se quedan solos en su casa. Y de eso no se habla nunca. Habría que decir a la gente que un entrenador nunca supone una molestia ni un problema para el club, que un entrenador lo que quiere es lo mejor para su club. Que este tenga o no los medios para dárselos es otra historia. Todos los que estamos aquí hemos sido un coñazo. Ninguno hemos dejado de intentar por todos los medios que el club mejorara las condiciones que en ese momento se daban. Esa es la realidad. Estoy encantadísimo con esta idea, porque refleja la historia de un club modélico y de una entidad que nos ha tenido en muchas ocasiones con los huevos de corbata. Al final, a, pesar de los disgustos que nos hemos llevado con la posibilidad de que Unicaja lo dejara, hemos llegado hasta aquí. No sólo se ha llegado a los 30 años sino que se ha hecho un club absolutamente competitivo”