Málaga c. f. | real sociedad · la crónica

La Real Sociedad se une a la fiesta

  • Superado- El Málaga cayó ante un conjunto donostiarra que fue mejor en un partido tenso, digno de lo que había en juego· Distancia- El colchón de los blanquiazules a falta de siete jornadas para el final de la Liga es de cinco puntos

No era el día. Quizás sea una explicación un tanto parca, pero la mejor para resumir cómo la fiesta que se había preparado en La Rosaleda pasó de ser malaguista a donostiarra. También valdría concluir que la cabeza pudo con el corazón, que fue lo que principalmente pusieron ambos equipos. Pero, pese a la derrota y la manifiesta superioridad sobre el terreno de juego de la Real Sociedad, la curva de Malaka Hinchas, que se está convirtiendo en el espejo del malaguismo, emuló la celebración de la conclusión del partido que realizó ante el Sporting.

Está claro que no es momento para alarmismos, pues sólo ha sido una derrota y, a falta de siete jornadas para acabar el campeonato, el Málaga sigue segundo y el colchón con los de Juanma Lillo es de cinco puntos. Pero sí es un buen día para la reflexión tras lo visto ayer, pese a lo festivo que se había organizado todo, pues el rival fue mejor.

Una buena sinfonía de viento recibió a la Real Sociedad cuando simplemente salía a calentar. Una melodía mucho más armónica y bella acompañaba a la primera aparición desde el túnel de vestuarios de los de Muñiz. Era el precalentamiento para un partido, que se sabía era especial, al que un impresionante “¡Málaga!”, finalizando el himno, y el ya clásico “¡a por ellos, oé!” precedía a su inicio.

Un comienzo que, de festivo, pasó a ser el choque más tenso que se ha disputado esta temporada. El Málaga arrancó ansioso, jugando a arreones e intentando llegar a Riesgo a base del empuje que daba la afición y un juego directo demasiado previsible. Quienes no se olvidaban del balón eran los donostiarras, que empezaron a moverlo con criterio, gracias sobre todo a la movilidad de sus dos delanteros, que abrían muy bien los espacios para que sus centrocampistas pudieran cumplir sus funciones.

Todo transcurría principalmente en el terreno malaguista, aunque el mayor peligro llegaba en las jugadas a balón parado, siempre ejecutadas por el ex blanquiazul Gerardo. De sus botas salieron los centros del gol de Labaka y un remate al palo de Delibasic, ambos de cabeza, tal y como llevaban a la zaga local cada vez que un balón aéreo merodeaba las inmediaciones de la meta de Goitia.

Esta serie de varapalos, sobre todo el gol, desubicaron más aún a un Málaga que no se asociaba con el balón y que con el cambio de Salva por Apoño parecía que renunciaba a ello y apostaba por buscar la igualada en las segundas jugadas. La forma en que temblaba la grada cuando ingresaba el maño en el campo hacía presagiar algo grande, pero el juego del Málaga exageró aún más del balón en largo, fue superado por la ansiedad y se olvidó de la medular, la zona donde más a gusto se sentían los realistas, quienes no dudaron lo más mínimo en cortar el juego a su conveniencia para dominar la situación también en el plano mental.

Hasta la hora de partido el conjunto blanquiazul no pudo cambiar lo que se había convertido en una constante: el dominio absoluto de la Real. Ahí pasó a buscar la superioridad a partir del control del juego y del esférico. Las fuerzas se igualaron y la grada se esperanzaba. Pero, de nuevo en una jugada a balón parado, la Real ponía la puntilla. Fue un gran libre directo de Uranga, que sentenciaba el partido.

Los últimos destellos de dignidad del Málaga hasta la conclusión de poco sirvieron, sólo para que la grada respondiera con agradecimiento. Se esperaba una fiesta, poner a 11 puntos a la Real, pero la cosa no funcionó. Es lo que toca cuando no tienes el día. Además, la Real se quiso unir a la fiesta.

Ficha técnica:

0 - Málaga CF: Goitia; Gámez, Weligton, Hélder, Rossato (Gerardo, m. 55); Cheli, Carpintero, Hidalgo, Eliseu (Calleja, m. 46), Apoño (Salva, m. 32) y Baha.

2 - Real Sociedad: Riesgo; Gerardo, Labaka, Mikel González, Castillo; Aramburu, Martí, Garitano, Nacho (Estrada, m. 90), Díaz de Cerio (Uranga, m. 64) y Delibasic (Víctor, m. 86).

Goles: 0-1, M. 13: Labaka. 0-2, M. 76: Uranga.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Apoño (m.26), Hélder (m. 27), Erice (m. 37), Cheli (m. 69) e Hidalgo (m. 73) y a los jugadores de la Real Sociedad Delibasic (m. 59) y Garitano (m. 68).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimoquinta jornada de Liga de Segunda División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 30.000 espectadores.

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