Regino Hernández nació en Ceuta y al año su familia se instaló en Mijas-Costa. Ni en un sitio ni en otro abunda la nieve, pero es el español con mayor proyección a día de hoy en deportes de invierno. Hace 10 días se proclamó campeón del mundo junior en la estación italiana de Valmalenco. En julio cumplirá 20 años, pero ya sabe lo que es estar en unos Juegos Olímpicos (Vancouver'10) y en la Copa del Mundo.

Hernández compite en snowboard y el título lo obtuvo en la modalidad de cross, en la que también compitió en la ciudad canadiense. Cuatro competidores montaña abajo, en un descenso que dura entre el minuto y el minuto y veinte segundos. El título tiene una fuerte carga simbólica porque llega tras un año duro. "En marzo de 2010, poco después de los Juegos, me partí el ligamento cruzado y el menisco de la rodilla derecha. Han sido nueve meses fuera porque me hice otra vez daño en la zona, pero la experiencia me ha valido para ser más fuerte mentalmente", relata Hernández desde Sierra Nevada, su segunda casa, donde hoy compite en una prueba con uno de sus patrocinadores. En muchas épocas del año, es el primer hogar. Se conoce al dedillo el trayecto desde Mijas, lo hace a menudo en un sentido y otro.

El snowboard apareció en la vida del mijeño por influencia familiar. Sus padres regenta una tienda de surf y deportes de invierno en la localidad costera. Desde pequeño está familiarizado con la nieve y su destreza le llevó a alzar los brazos en Italia. El título mundial es un hito inédito en este deporte en España, en cualquier categoría.

"La experiencia fue increíble, sabía que podía hacer una buena actuación, pero tampoco te acabas de ver así. Suena bien eso de ser campeón del mundo. Es algo inmpresionante, crucé la línea y me cruzó el cuerpo un escalofrío tremendo", relata el joven malagueño, que desglosa su trayectoria en esta campaña: "Este año hice el Campeonato del mundo absoluto, que fue en La Molina [Pirineo catalán], un par de pruebas de la Copa de Europa y este Campeonato del Mundo junior. La lesión me ha tenido parado hasta enero y no he podido competir mucho. Pero el final ha sido bueno, el mejor que podía haber, te da idea de que si se trabaja bien se puede llegar".

Toca ya el paso a la categoría absoluta, en la que Hernández se ha codeado, aunque ahora pretende consolidarse. "Las expectativas son intentar estar entre los 10 primeros, si no siempre sí en algunas pruebas de la Copa del Mundo. Es muy complicado, pero creo que si trabajo muy duro en pretemporada, se puede", subraya antes de esbozar su trabajo más próximo: "Ahora toca preparación física, algo de snowboard por mi cuenta, pero también mucho trabajo en el gimnasio. Pasará algún tiempo estoy en Deux Alpes [estación también conocida por haber sido llegada de etapa del Tour]. Podré hacer una pretemporada completa y la rodilla ya está al 100%, como antes".

Es un deporte muy espectacular en el que destaca el malagueño, pero en el que la suerte juega un papel capital, sobre todo en la modalidad de cross. Cuatro competidores por un hueco no muy grande y muchas posibilidades de contacto. "Es una prueba depende mucho del factor suerte. Tu enemigo se cruza, puedes que te toque y adiós, influye la fortuna. No te puedes distraer un segundo, la capacidad de reacción es clave, lo trabajo en el gimnasio reaccionando a estímulos", comenta el joven Regino Hernández, que sueña con emular algún día al norteamericano Shaun Palmer, que a sus 42 años sigue compitiendo al más alto nivel después de haberse proclamado varias veces campeón del mundo. Sochi, sede de los Juegos de 2014, siempre en el horizonte. "Quedan aún tres años, pero no deja de ser un objetivo", dice.